Se sabe que algunos alimentos o sustancias que ingerimos habitualmente pueden influir muy negativamente enpacientes con artritis reumatoide o con otro tipo de enfermedad de curso inflamatorio. Por eso es importante no solo prevenir, si no también ayudar a personas ya diagnosticadas para que la enfermedad no vaya a más. En el marco del XLIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que ha reunido a más de 1.500 expertos, se ha debatido sobre la influencia de la dieta en las enfermedades de curso inflamatorio. En este sentido, el doctor Lluis Serra, catedrático de medicina preventiva y Salud pública en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha señalado que “la dieta mediterránea emerge como la mejor opción en nuestro entorno geográfico sin ninguna duda, incorporando siempre frutas y hortalizas, cereales integrales, legumbres, pescado azul, frutos secos, vino con moderación y aceite de oliva virgen extra, entre otros”.