El golf es un deporte que se practica al aire libre, en recorridos de hasta 10 kilómetros cuando se cumplimentan los 18 hoyos, sobre un terreno blando y a un ritmo estable, lo que a priori es un buen principio para plantear un ejercicio sin riesgo de lesiones. Ello no exime de una preparación física previa consistente en un precalentamiento y estiramiento muscular, como en cualquier otro deporte, así como unas normas de higiene postural que se deben mantener sobre todo en la realización del golpeo de la bola (llamado swing). Una vez dado ese paso, no vamos sino a obtener toda una serie de ventajas que pudieran antojarse de un auténtico lujo sanitario: mantiene en forma, tonifica la musculatura, disminuye el colesterol malo, aumenta el colesterol bueno, mejora el ritmo cardiaco y la tensión arterial, disminuye la osteoporosis por el propio ejercicio y por el incremento de absorción de vitamina D, disminuye el stress e incrementa la calidad de vida con efectos psicológicos altamente positivos.