Protectoras y casas de acogida: “Hay animales que no son para cualquier familia”

Las casas de acogida son la solución para aquellos animales que no disponen de un hogar, pero necesitan estar fuera del centro de adopción temporalmente.

Dos de los perros que necesitan adopción temporal en una casa de acogida. (Foto: María - ANAA)
Dos de los perros que necesitan adopción temporal en una casa de acogida. (Foto: María - ANAA)
Itziar Pintado
14 septiembre 2023 | 13:00 h

Las casas de acogida se han convertido en la nueva forma de acoger animales de forma temporal e igual de enriquecedora. Esta labor, a pesar de no ser innovadora, está revolucionando los métodos de adopción de animales. Mientras las cifras de abandono no cesan, con más de 288.000 perros y gatos recogidos en 2022, algunas personas ofrecen sus hogares para brindar un espacio temporal a estos animales.

“Es una labor altruista y muy bonita”, señala en declaraciones a Animalcare  María, responsable de marketing y comunicación en la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA). María, voluntaria en la Asociación y también casa de acogida de animales, explica que el tiempo no está estipulado y varía en función de las necesidades del animal. “Cada animal necesita un tiempo de recuperación o de no recuperación para pasar a la vejez”, explica.

La Asociación garantiza un seguro de protección y cumple con todos los cuidados veterinarios, con un seguro de responsabilidad civil y un registro de datos de cada uno de los animales que están en la protectora. Además, ANAA "se hace cargo de todos los gastos veterinarios y de alimentación, todo lo que necesite a cambio de su tiempo y su cariño hacia el animal”, apunta María.

“Por mucho que quisiéramos, una protectora no es el lugar ideal para ciertos animales”

La selección de las casas de acogida se rige por unos criterios. Al mismo tiempo que muchos animales no pueden estar dentro de una protectora por determinadas razones, otros muchos necesitan un cuidado específico que no cualquier persona puede cubrir. “Por mucho que quisiéramos, una protectora no es el lugar ideal para ciertos animales”, subraya la voluntaria.

En el caso de ANAA, los casos varían desde animales más pequeños hasta otros muchos que han pasado su vejez en un lugar de acogida. Así surgió el programa ‘Yayos’, una iniciativa que María comparte para este medio y define como “un programa muy bonito”.

“Eran animales muy mayores que sabíamos que no tenían mucho tiempo y queríamos que disfrutaran de sus últimos años”, explica María. “Hemos tenido casos espectaculares de perros de trece años que han vivido tres años más en su casa de acogida indefinida con la familia que han conocido al final de sus días”, sostiene.

Además, estos animales tienen algunas particularidades. Algunos son más pequeños, otros tienen problemas de salud y necesitan estar fuera de la protectora. “Desde cachorritos de perro y gato que necesitan socializar o estar en un entorno tranquilo, hasta animales que hemos tenido que operar una fractura o un problema de vista, y necesitan pasar tiempo en casa”, destaca la responsable de comunicación de la asociación.

Sin embargo, las casas de acogida comprenden unas necesidades y criterios que también dependen de la persona que se ofrece como voluntaria. “Existen muchas generalidades”, señala María, sin embargo, “no cualquier persona puede ser casa de acogida”, matiza.

SER CASA DE ACOGIDA NO ES PARA TODOS

El perfil de las casas de acogida no está establecido. No existe una cláusula que exija tiempos mínimos, ni una normativa que regule cuáles son las necesidades a las que estas personas deben amoldarse. Sin embargo, “hay animales que no son para cualquier familia”, pone de relieve la voluntaria.

Aunque un gran grupo de personas “prefieren animales estándar, más mayores o más cachorros”, sí existen sectores más especializados. En este último grupo están todas las personas que viven con otros perros similares o tienen experiencia. “Personas que están relacionadas con el mundo de la veterinaria, de la etología o del adiestramiento, o gente que tiene mucho manejo por su propia experiencia vital”, afirma María.

“Hay perros que han sido abandonados en una vida horrible y son los más felices del mundo”

Además, la voluntaria señala que existen muchas generalidades y no todos los perros tienen un carácter asociado a las experiencias traumáticas de su vida. “Hay perros que han sido abandonados en una vida horrible y son los más felices del mundo”, afirma. Sin embargo, la responsable de comunicación de ANAA asegura que “hay animales tímidos que no son para cualquier familia”.

No obstante, María asevera que “un animal abandonado nunca llega perfecto, no lo rescatamos nunca en perfecto estado a todos los niveles". Pero proteger su salud y su bienestar como casa de acogida, siempre es una labor reconfortante.

La voluntaria de ANAA concluye que lo más importante no es querer, es saber para qué una persona quiere ser casa de acogida. “Para ayudarle, para que salga del centro de adopción y se pueda recuperar, sea un perro o un gato feliz, equilibrado, tenga más opciones, y un futuro y una vida feliz”.

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