Envejecimiento y castración, claves en el desarrollo de la osteoartritis en perros de cualquier raza

Una investigación reciente ha confirmado la relación entre la osteoartritis, el peso y el envejecimiento en perros con independencia de su tamaño

Perro mayor con osteoartritis. (Foto: Freepik)
Perro mayor con osteoartritis. (Foto: Freepik)
26 diciembre 2023 | 14:00 h

La osteoartritis (OA) es una de las patologías más comunes en perros. Esta enfermedad afecta a las articulaciones móviles debido a un estrés celular y una degradación de la matriz extracelular por micro o macro lesiones. Sin embargo, pese a su alta prevalencia, existe una incertidumbre significativa sobre el motivo por el que se desarrolla esta patología, su relación con la raza, el peso o la edad, y su aparición en perros.

Algunos estudios aseguran que la OA supone entre el 2,5% y el 6,6% de las visitas al veterinario en Reino Unido. Otros centros de referencia en países como Estados Unidos aseguran que la prevalencia es de hasta el 20% en perros que superan el año de edad. Esta cifra puede ser mayor debido a los casos que no están notificados en el resto del mundo.

Otros estudios han relacionado la prevalencia de la enfermedad con características del animal. El peso y la edad podrían estar directamente asociados con el desarrollo de osteoartritis. Así lo ha confirmado un estudio de cohorte retrospectivo en más de 12 razas analizadas en Estados Unidos. Esta investigación analizó a más de 130.000 perros evaluando también su estado y edad de castración.

“El diagnóstico de OA es más probable a medida que pasa el tiempo, porque es una afección incurable y crónica, por lo que es más probable que se vuelva clínicamente evidente a medida que el perro envejece”

La edad fue, de todos los factores, el de mayor riesgo para el diagnóstico de la enfermedad. Esta conclusión sugiere que la OA puede estar relacionada con el envejecimiento. “El diagnóstico de OA es más probable a medida que pasa el tiempo, porque es una afección incurable y crónica, por lo que es más probable que se vuelva clínicamente evidente a medida que el perro envejece”, aseguran los investigadores.

En esta investigación, la incidencia del 24,9% de casos de OA incluye perros de todas las edades. Sin embargo, otros hallazgos han confirmado que un 68% de perros de entre 5 y 12 años han sufrido esta patología en una o más articulaciones. Además, el 71% de estos perros no habrían recibido diagnóstico de OA en la práctica clínica habitual. 

El estudio sugiere que las medidas diagnósticas se dirijan por igual a perros de ambos sexos para establecer si el sexo influye como un factor de riesgo

En cuanto al género, los perros macho presentaron un menor riesgo de padecer esta patología frente a las hembras. Por ahora, no se han dado resultados equitativos entre machos y hembras para comprobar la prevalencia real de esta patología. Por este motivo, el estudio sugiere que las medidas diagnósticas se dirijan por igual a perros de ambos sexos para establecer si el sexo influye como un factor de riesgo real en la aparición de la osteoartritis.

Por ahora, los investigadores sí han confirmado una clara incidencia por razas. La raza es un factor de riesgo complejo que involucra diferencias en la composición genética, el tamaño y la conformación corporal, y probablemente también variables de estilo de vida influenciadas por los dueños, como las prácticas de alimentación y la práctica de actividad física. El estudio confirmó que las razas más grandes presentaban mayor riesgo de OA asociado a un mayor peso corporal.

CASTRACIÓN Y OSTEOARTRITIS

A los factores anteriores hay que sumar la castración. Actualmente, los estudios son escasos, pero algunas investigaciones sí apuntan a mayor prevalencia en los canes castrados. Los investigadores han confirmado que los perros con mayor riesgo de OA son aquellos que han sido castrados y que pertenecen a razas medianas o grandes. “La castración se asoció con menos frecuencia con el riesgo de OA en razas más pequeñas, lo que respalda una mayor importancia a la castración como factor de riesgo en perros más grandes”, puntualizan. 

El aumento en el riesgo de OA asociado con una edad más temprana en el momento de la castración puede aplicarse a perros de todos los tamaños

Asimismo, el riesgo de otras afecciones articulares también aumentó en perros castrados en edades tempranas, es decir, antes de los 12 meses. La displasia de cadera y codo, o la rotura de ligamentos fueron dos de los problemas más notificados en perros que habían sido castrados antes del año de edad. Además, esta investigación asegura que el aumento en el riesgo de OA asociado con una edad más temprana en el momento de la castración puede aplicarse a perros de todos los tamaños.

Por ahora, esta asociación permite a los veterinarios identificar a los perros con un riesgo elevado y discutir esta información con los propietarios estos animales para ayudarles a tomar decisiones sobre la castración. Esta información también puede desencadenar una vigilancia más proactiva para garantizar un diagnóstico temprano e intervenciones preventivas y terapéuticas adecuadas en perros que probablemente tengan un mayor riesgo.

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