Andalucía informa del fallecimiento de un hombre con relación al brote de fiebre del Nilo

El paciente, de 77 años, estaba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Virgen del Rocío.

Fachada del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla.
Fachada del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla.
CS
21 agosto 2020 | 09:05 h
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La Consejería de Salud y Familias informa del fallecimiento de un hombre de 77 años que estaba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Virgen del Rocío, con relación al brote de fiebre del Nilo.

Ayer el departamento avisaba de un aumento en las cifras de casos sospechosos relacionados con el virus, provocado por la picadura de un mosquito, en el área de Coria del Río y La Puebla del Río (Sevilla), de modo son 33 los casos detectados hasta el momento, entre probables (27) y confirmados (6), mientras que el número de muestras positivas se sitúa en 19, frente a las 13 contabilizadas en el anterior balance. Además, 26 personas se encuentran hospitalizadas, ocho de ellas en UCI.

La consejería de Salud ha informado de un aumento en las cifras de casos sospechosos relacionados con el virus

Se trata de un 'Flavivirus' con un genoma sencillo (RNA de 12.000 nucleótidos) y cápsida icosaédrica con envoltura lipoprotéica. Responde, por tanto, a una estructura típica de muchos virus de los que infectan al hombre y a mamíferos y aves. Este virus se descubrió por primera vez en África en 1937 y durante mucho tiempo fue aislado en el delta del Nilo. Su reservorio fundamental está en las aves (cuervos, palomas) desde las que puede ser transmitido por mosquitos a caballos o a seres humanos, pero no se transmite entre humanos como el COVID-19.

Desde África ha pasado a Europa, Asia, Australia y Norteamérica causando brotes y epidemias ocasionales, generalmente en lugares asociados a la presencia de aves migratorias. Sin embargo, desde que en Nueva York afectó en 1999, se ha convertido en un virus estacional en Norteamérica, afectando cada año en la época de verano-otoño con un número significativo de casos.

En cuanto a los síntomas, la literatura científica documenta que el 80 por ciento de los infectados ni siquiera manifiestan síntoma alguno. La enfermedad se manifiesta en el otro 20 por ciento con fiebre, dolor de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, vómitos, sarpullido o inflamación de ganglios. En una proporción de 1 en 150 se puede dar un cuadro de afectación neurológica con meningoencefalitis que puede ocasionar rigidez de nuca, estupor, desorientación, temblores, convulsiones incluso coma. Estos casos requieren ingreso hospitalario como es lógico.

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