Patricia Gómez: “Ningún sanitario se ha ido de las islas por exigirles el catalán”

En una entrevista concedida a ConSalud.es, la consejera de Salud y Consumo de Baleares, Patricia Gómez, habla de cómo prevé reducir las listas de espera y luchar para que el Son Espases trate con terapias CAR-T.

Patricia Gómez, consejera de Salud y Consumo de Baleares. (Foto. Gobierno de Baleares)

La consejera de Salud y Consumo de las Islas Baleares, Patricia Gómez, tras cuatro años en los que ha tenido que abordar asuntos problemáticos como la falta de profesionales o la adecuación del decreto del catalán en la sanidad balear. Sobre esta polémica, la consejera se ha sincerado en palabras concedidas a ConSalud.es. Al mismo tiempo, ha detallado qué prevé hacer para reducir las listas de espera y ha avanzado en qué situación se encuentra la acreditación del Hospital Universitario Son Espases para que sea centro de referencia en el tratamiento de pacientes con terapias CAR-T.

A principios de año, Baleares eliminó el copago farmacéutico para los pensionistas con menores rentas. ¿Estudian beneficiar a otros colectivos?

Lo que hemos hecho, mediante la ley de Presupuestos, es que a partir del 1 de enero de 2019 se elimine el copago farmacéutico a todos los pensionistas con rentas inferiores a 100.000 euros. 200.000 pensionistas que se han podido beneficiar de esta medida. Pensábamos que era un asunto de justicia social, una medida necesaria. Mientras, las rentas superiores siguen teniendo el copago que prevé la ley. Por otra parte, vamos a seguir las indicaciones del Ministerio de Sanidad. Ahí está el Real Decreto-ley 16/2012 con unas indicaciones en las que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere profundizar. Estaremos atentos y colaborando con ellos en eso.

"Seré implacable para tratar de disminuir las listas de esperas; en esta legislatura hemos trabajado intensamente y ahora nuestros pacientes esperan mucho menos"

En su discurso de investidura, la presidenta Francina Armengol marcó entre sus prioridades “acabar con las listas de espera”. ¿En qué situación se encuentran? ¿Qué prevén hacer para reducirlas?

La situación que nos encontramos en el 2015 era muy preocupante. Se habían abandonado y no se publicaban así que no sabíamos cuántos pacientes teníamos. Hemos trabajado mucho para reducirlas aunque también hay que decir que listas de espera como tal siempre habrá. Tenemos miles de médicos prescribiendo pruebas, consultas e intervenciones quirúrgicas que no se pueden resolver de forma inmediata. Ahora bien, en lo que tenemos que trabajar es en la capacidad de resolución de las demoras. Eso es lo importante, intentar que los procesos se resuelvan lo antes posible. En esta legislatura hemos trabajado intensamente, recuperando al principio la actividad extraordinaria. Y es cierto que nos ha ayudado a mejorar de manera significativa. Creo que somos transparentes. Las listas se publican a diario, por hospital y por servicios. Con lo cual, los pacientes pueden verlo y saber antes el tiempo aproximado que les queda.

Publicamos también el decreto de garantía de demora. Cuando nos incorporamos teníamos 22.000 personas que esperaban más de dos meses para una consulta y en estos momentos tenemos 5.000. Se ha hecho un trabajo muy importante para primeras visitas: la media de espera estaba en unos dos meses y medio, y ahora en torno al mes. Por tanto, nuestros pacientes esperan mucho menos. En cuanto a la lista de espera quirúrgica, nuestro compromiso es que ningún paciente espere más de 180 días. Todavía tenemos algunos pacientes que esperan ese tiempo, pero se ha disminuido a un tercio de todos los que había. La mejora ha sido significativa.

Aún así, seguiremos trabajando. Hay que tener una visión muy amplia, de las personas y de los procesos pero también del número de especialistas, de conseguir que seamos una comunidad atractiva, de tener proyectos y retribuir a nuestros profesionales para ser competitivos. En todo esto estamos trabajando y seré implacable en este sentido para tratar de disminuir estas esperas. Aún así, el decreto de garantías prevé que si cualquier paciente pasa de ese tiempo al que nosotros nos comprometemos, puede solicitar ser visto u operado en la sanidad privada.

¿Qué actuaciones esperan llevar a cabo para atraer a profesionales sanitarios? ¿Se han solucionado los problemas de vivienda que había?

Sinceramente, creo que todo hay que tratarlo en su justa medida, aunque entiendo que los medios de comunicación tengan más interés en unos temas que en otros. Pero tampoco es nada fácil encontrar vivienda en grandes ciudades del país. Es cierto que somos una comunidad con una carestía de vivienda importante. Tenemos ciudades llamadas caras. Pero también hemos tomado otras medidas: pagamos la carrera profesional al 100%; tenemos plus en las islas de Menorca, Ibiza y Formentera; hemos recuperado muchísimos derechos perdidos en la legislatura anterior; y, por ejemplo, hemos subido el sueldo de los médicos un 15%.

"La gran mayoría de profesionales están dispuestos a hacer un esfuerzo de aprendizaje y aprender catalán; igual sucede en otras comunidades bilingües o cuando nos vamos a otro país"

En ese sentido, vamos a seguir trabajando. Pero también tenemos que ser objetivos. En el estudio realizado por la Organización Médica Colegial (OMC) y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), concluyen que somos la comunidad más atractiva para trabajar, seguidos del País Vasco a mucha distancia. Además, somos la región que más retienen a los profesionales cuando terminan el MIR. Hay otras medidas como la residencia que tenemos en Ibiza con nueve habitaciones, que ampliaremos con la reforma del antiguo hospital. Ahora firmaremos un convenio con el Ayuntamiento de Ibiza, que nos cede tres viviendas en pleno centro de la ciudad. Con estas medidas, el año pasado no tuvimos problemas de incorporar a profesionales.

Por otra parte, se ha cumplido más de un año y medio desde que se aprobó el decreto del catalán en la sanidad balear, quizás la medida más polémica. ¿Qué balance hace desde la Consejería hasta el momento?

La verdad es que estamos satisfechos de que se haya podido publicar este decreto,  aunque es cierto que no ha estado exento de amplia polémica, aunque creo que ajena al ámbito sanitario. Pero somos una comunidad bilingüe, con dos idiomas oficiales (catalán y castellano) y los profesionales, cuando vienen a trabajar y vivir aquí, una de las primeras cosas que hacen es aprender el idioma. Igual que sucede, supongo, en otras comunidades bilingües e igual que cuando nos vamos a otro país. Porque la comunicación es fundamental para la relación profesional-paciente. El esfuerzo lo hacen los profesionales. Y la gran mayoría están dispuestos a hacer ese esfuerzo de aprendizaje.

Además, agradezco la voluntad del gobierno de haber rebajado las condiciones de la ley de normalización lingüística, porque esta imponía unos niveles a los funcionarios públicos. Mientras, el decreto, en el ámbito sanitario, se reduce muchísimo la exigencia del nivel de catalán, precisamente porque muchos profesionales vienen de fuera y porque somos un Sistema Nacional de Salud. Luego, nadie se ha ido de las islas por exigirles el catalán. Al que está trabajando no se le exige. Si ha salido publicado algo así, he de decir que no es cierto. Otra cosa es que estos profesionales se van por otras razones: hay muchísima movilidad, algunas cuestiones familiares, personales etc.

"Nos vamos a seguir preparando y cuando cumplamos todos los requisitos que exige el Ministerio y abran una nueva convocatoria, evidentemente presentaremos al Son Espases para tratar con CAR-T"

Además, tenemos la oposición más amplia de toda la historia de esta comunidad autónoma. Hablamos de más de 6.000 plazas y tenemos a 16.000 trabajadores en una comunidad relativamente pequeña, con 1.100.000 habitantes. Pero tenemos una tasa de eventualidad muy elevada. Para nosotros ha sido prioritario. Al principio peleamos mucho con el anterior gobierno central hasta que la Unión Europea les dio un toque y nos permitió empezar a hacer estas convocatorias de oposiciones. Lo ponemos todo encima de la mesa para dar estabilidad a nuestros profesionales. No es un impedimento el no tener ningún conocimiento de catalán para presentarse a las oposiciones. Sólo, a los dos años tienen que presentar un nivel, pero es muy bajo. Además, ofrecemos cursos de formación en horario laboral para facilitar a los trabajadores que vayan teniendo un nivel de comprensión, que se puedan entender en cualquiera de los dos idiomas. Esa es la situación de la comunidad.

¿Seguirá actuando para que el Hospital UniversitarioSon Espases sea acreditado para tratar a pacientes con terapias CAR-T? ¿En qué situación se encuentra el proceso?

Tras la primera convocatoria que abrió el Ministerio, pensábamos tener concluido el proceso de la acreditación europea en julio. Ahora lo que estamos haciendo es el proceso de reacreditación y probablemente tendremos la respuesta en octubre. Este es sólo uno de los requisitos. Estamos trabajando para cumplir con todos ellos porque entendemos que si no los cumplimos no podemos ser centro de referencia. Pero sí queremos manifestar nuestro interés por una sencilla cuestión: en estos momentos, los pacientes que se benefician de estas terapias casi siempre son jóvenes o pediátricos, y no es lo mismo coger un tren o un coche que la familia tenga que coger un avión. Además, tenemos servicios y profesionales muy implicados y de un nivel altísimo en el Hospital de Son Espases. Pensamos que por el bien de las familias podíamos hacer el tratamiento aquí. Nos vamos a seguir preparando y cuando cumplamos todos los requisitos que exige el Ministerio y abran una nueva convocatoria, evidentemente nos presentaremos. Estoy segura que lo vamos a conseguir. Mientras tanto, los pacientes y sus familias se tendrán que desplazar a Barcelona y nosotros facilitaremos el resto de procesos.

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