El 12 de Octubre incorpora la lectura de cuentos a bebés prematuros para estimular su desarrollo

La lectura de cuentos a bebés prematuros favorece el desarrollo neurológico y cognitivo y refuerza el vínculo familiar, según los expertos

Carlos Bricio lee un cuento a su hijo Leo (Foto. Hospital 12 de Octubre)

El 8% de los niños que nacen cada año en España lo hacen de forma prematura, es decir, antes de la semana 37. Unos 20.000 niños que llegan al mundo con niveles de inmadurez mayores que otros bebés y que precisarán más cuidados para adaptarse a la vida. Una de esas atenciones que recientemente ha incorporado el Hospital público Universitario 12 de Octubre es el de la lectura de cuentos a estos bebés prematuros.

En los últimos años, el 12 de Octubre ha llevado a cabo la modernización de los espacios destinados a neonatos. Se habilitaron habitaciones familiares para que los niños pudieran estar acompañados por sus padres en todo momento, algunas de ellas individuales. Asimismo, este Servicio ha puesto en marcha un programa, ‘Cuídame’, con el que forma a los progenitores en 12 habilidades distintas que mejoran su participación en el cuidado de los hijos durante el ingreso neonatal y que les permiten ser fundamentales en los procesos de toma de decisiones que afectarán a su desarrollo. En este marco, se ha iniciado la lectura de cuentos.

“Se acostumbra a tu voz, le calma mucho”

Como señala el Dr. Salvador Piri, neonatólogo del hospital madrileño, la lectura de cuentos desde el primer momento tiene en el desarrollo del cerebro “un impacto muy importante que se alarga a dos o tres años”, favoreciendo significativamente su desarrollo. En los niños con un peso inferior a 1.500 gramos se traduce en una mejora en el área del lenguaje especialmente notable, señalan desde el 12 de Octubre.

LIBROS PARA UN MAYOR ESTÍMULO

Leer un cuento, algo que todo padre piensa en hacer cuando se llega a casa, también reduce los niveles de ansiedad de un bebé durante la estancia en los hospitales y refuerza el vínculo con los progenitores. “Se acostumbra a tu voz, le calma mucho”, señala Carlos Bricio, padre de León y participante en este proyecto. E incide: “Como ya conoce tu voz, cuando te escucha sabe que estás ahí, aunque no le estés tocando”.

Hugo, el hijo de Manuel Fortes, nació antes de tiempo y durante unos meses estuvo ingresado en la Unidad de Neontaología del hospital madrileño. Allí fue donde, además de aprender el resto de cuidados que tendría que dar a su hijo, tomó la costumbre de leerle un cuento  Unos estímulos que para Manuel ha ayudado a que en el día de hoy Hugo sea “un niño muy espabilado”.

El hospital ha puesto a disposición de estas familias una biblioteca en una sala de descanso, donde pueden elegir distintos títulos con los que cuidar y ayudar en el desarrollo de los más pequeños.

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