Covid-19 en el transporte público: la red madrileña, un espacio "relativamente seguro"

Un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid ha analizado la relación entre el uso del transporte público y la probabilidad de infección por Covid-19 para ayudar en la gestión de futuras crisis sanitarias

Una mujer se quita la mascarilla tras bajar de un metro en el andén de la estación de Metro de Callao (Foto. Carlos Luján/Europa Press)
Una mujer se quita la mascarilla tras bajar de un metro en el andén de la estación de Metro de Callao (Foto. Carlos Luján/Europa Press)
8 mayo 2024 | 17:15 h
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La red madrileña de transporte público es un espacio “relativamente seguro” en lo referente a la probabilidad de infección por Covid-19. Así lo ha revelado un estudio llevado a cabo por la Universidad Politécnica de Madrid, que analiza la relación entre el uso del transporte público y la probabilidad de contraer el virus. En concreto, apunta a que el autobús es el transporte más seguro.

El equipo de investigadores del Centro de Investigación del Transporte de la UPM ha analizado en qué medida el transporte público supuso un vector de contagio por Covid-19 en la Comunidad de Madrid como un medio para ayudar de cara a la gestión de futuras crisis sanitarias.

Para ello han llevado a cabo una macro campaña de encuestas en la Comunidad de Madrid, entre octubre y diciembre de 2022, de la que se han obtenido más de 15.000 respuestas. En base a los hallazgos, el estudio establece algunas recomendaciones de política para reducir la probabilidad de infección en el transporte público y lograr un modo de transporte más seguro para sus usuario.

"Esta conclusión resulta relevante para los planificadores transporte, ya que proporciona información valiosa para diseñar medidas preventivas en futuras crisis sanitarias"

"Esta conclusión resulta relevante para los planificadores transporte, ya que proporciona información valiosa para diseñar medidas preventivas en futuras crisis sanitarias", ha explicado Lucía Tapiador, una de las investigadoras del TRANS y T-UPM que ha participado en el estudio.

Aunque las medidas implementadas en Madrid fueron efectivas, el estudio destaca la necesidad de aplicar medidas adicionales para evitar tasas de ocupación excesivas en los vehículos de transporte público y mantener un nivel adecuado de distanciamiento social en determinadas franjas horarias.

METODOLOGÍA Y PARTICULARIDADES

La encuesta permitió diferenciar entre contagios confirmados por test de detección y aquellos dudosos (síntomas compatibles, pero sin haber sido confirmados por un test). Asimismo, los encuestados pudieron indicar en qué casos tenían una certeza razonable sobre el origen de su contagio (como reuniones con amigos o familiares tras las cuales otros asistentes también se contagiaron) y en qué casos su origen era totalmente desconocido.

Además, la encuesta recopiló con detalle hábitos diarios (en general y particularizados para las semanas anteriores al contagio) de aquellas actividades con alta probabilidad de contagio por Covid-19: trabajar en entornos cerrados, reuniones de trabajo o con conocidos, asistencia a eventos en entornos cerrados o al aire libre (deportivos, culturales, etc.), visita a bares y restaurantes, compras fuera de casa, visita a hospitales y centros sanitarios, etc.

Finalmente, se recopiló información sobre los patrones de movilidad de los encuestados, en particular su frecuencia de uso del transporte público (diferenciando autobús y metro) y algunos atributos del viaje habitual, como el tiempo de viaje o el nivel de aglomeración experimentado durante los trayectos. A partir de esta información, los investigadores desarrollaron un modelo econométrico de elección discreta -de tipo probit multinivel-, que permitió analizar la influencia del uso del transporte público en la probabilidad de contraer Covid-19.

"Los resultados revelaron que variables de tipo sociodemográfico como el género, la edad o la estructura familiar influyen en la probabilidad de contagio. Sucede, de igual modo, con la realización de determinadas actividades, principalmente aquellas desarrolladas en entornos cerrados como acudir a bares y restaurantes, compartir espacios en centros de trabajo o estudios, ir de compras, etc.", ha indicado la investigadora.

Una vez se tienen en cuenta este tipo de factores, el análisis no proporcionó una evidencia clara sobre la influencia del uso del transporte público en la probabilidad de contagio por Covid-19. La frecuencia de uso del transporte público, ya sea autobús o Metro, no mostró una relación (desde un punto de vista estadístico) con la probabilidad de contagio.

"Los resultados revelaron que variables de tipo sociodemográfico como el género, la edad o la estructura familiar influyen en la probabilidad de contagio"

No obstante, aparecen algunas correlaciones, aunque no muy fuertes, cuando se tienen en cuenta ciertos atributos del viaje. Entre ellas, para el caso del Metro, la combinación de una alta intensidad de uso y frecuentes aglomeraciones en el interior de los vehículos mostró estar asociada con una mayor probabilidad de infección. Muy probablemente, ello está relacionado con la falta de distancia social en tales circunstancias.

En el caso del autobús, los resultados fueron menos concluyentes, con evidencias más débiles de un mayor riesgo de contagio cuando se combinan un uso elevado y una mayor aglomeración en el interior de los vehículos.

Asimismo, otras variables como la duración de los viajes en transporte público no mostraron una influencia clara sobre el riesgo de contagio. En el estudio también se subraya que los resultados del análisis no experimentan variaciones según el tratamiento que se de a los casos de contagio dudosos (no confirmados por un test).

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