Llega el verano y con él, los festivales de música. El Mad Cool en Madrid, el BBK en Bilbao, el Sonorama en Aranda de Duero (Burgos), el Arenal Sound en Burriana (Castellón)... Y con ellos, un duro trabajo de preparativos, sobre todo sanitarios. Este año, el festival madrileño, que se celebra del 12 al 14 de julio, acogerá a unas 80.000 personas al día procedentes de diversos puntos de España, lo que supone una subida importante de participación con respecto al año pasado, cuando recibió aproximadamente a 30.000 asistentes diarios.
La coordinadora de eventos Sara Gómez ha afirmado aConsalud que en la edición pasada los servicios sanitarios habilitados en el Mad Cool atendieron a unas 100 personas cada día, una cifra que se prevé duplicar este año debido al importante aumento de la participación. "Ahora la cifra de asistencia es bastante más alta que el año pasado, por lo que se prevé atender entre unas 150 y 200 personas diarias", ha apuntado.
El dispositivo de urgencias habilitado cuenta con 60 profesionales sanitarios entre médicos, enfermeros, técnicos y coordinadores, repartidos en cinco puestos avanzados situados en el recinto.
El dispositivo preparado cuenta con 60 profesionales sanitarios entre médicos, enfermeros, técnicos y coordinadores
Gómez ha explicado que en el inicio una UVI cubre los accesos de la entrada al Ifema (donde se celebra el festival), un dispositivo que se traslada dentro del recinto una vez pasado el primer acceso masivo. En este tipo de ocasiones es cuando más personas se atienden por calor, bajadas de tensión y mareos, según la coordinadora.
Una vez dentro, los cinco puestos sanitarios están repartidos entre los siete escenarios, incluyendo un camión quirófano con su equipo médico completo. Además, el terreno lo cubren unos46 técnicos que han dividido el recinto del Mad Cool en tres zonas: las dos primeras abarcan el escenario número uno, que es donde se concentra la mayor parte del público. Allí se encuentran dos equipos itinerantes de técnicos que se van moviendo a lo largo de toda la superficie. De la misma forma está organizada el área del escenario número dos y la zona de los foodtrucks.
Según Gómez, los principales casos que se atienden en este tipo de eventos están relacionados con el consumo de alcohol y drogas, así como por mareos, cortes, sofocos... "Normalmente son casos leves relacionados con el alcohol, aunque muchas veces ello conlleva una vigilancia del paciente de 3 o 4 horas", ha afirmado. También en algunas ocasiones, mucho menos frecuentes, los profesionales se encuentran casos de personas con taquicardias y con paradas cardiacas.
Bld