Los hospitales públicos de Quirónsalud ponen en marcha el Circuito de Urgencia Digital para crónicos

El Circuito de Urgencia Digital de los centros públicos madrileños de Quirónsalud han atendido ya a unos 8.000 pacientes

Estos son los puntos donde flaquea la estrategia de gripalización del COVID, según los urgenciólogos (Foto. Quirónsalud)

La introducción de las nuevas tecnologías, innovación y digitalización en la atención sanitaria está cada vez más patente. Gracias a ellos facilita a los pacientes el acceso a la consulta médica, sin perder la humanización. Así lo han demostrado los hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública madrileña. La Fundación Jiménez Díaz, el Rey Juan Carlos, el Infanta Elena y el General de Villalba han puesto en marcha un Circuito de Urgencia Digital.

Este nuevo servicio, que ya ha recibido a 8.000 pacientes, está dedicado a los procesos crónicos y menos emergentes. Un grupo de pacientes que constituye el 20% de las atenciones de las unidades de Urgencias Hospitalarias y que se han incrementado en los últimos meses debido a que durante la pandemia y el confinamiento no han recibido atención y su situación ha empeorado.

“Este escenario ha representado un reto y un estímulo para las instituciones hospitalarias que, con los servicios de Urgencias a menudo saturados en los últimos dos años y unos equipos asistenciales del mayor nivel profesional, luchando por atender a los pacientes con la calidad de siempre, hemos buscado soluciones o alternativas digitales para modular y atender esta creciente demanda manteniendo la excelencia en nuestra oferta asistencial”, explica el Dr. Jorge Short, subdirector médico de la Fundación Jiménez Díaz y promotor de la iniciativa.

 Existen dos posibles vías para acceder al Circuito de Urgencia Digital: a través de llamada telefónica desde fuera del hospital, o de videollamada desde el propio centro hospitalario

Existen dos posibles vías para acceder al Circuito de Urgencia Digital: a través de llamada telefónica desde fuera del hospital, o de videollamada desde el propio centro hospitalario. En el primer caso la llamada telefónica permite al paciente solicitar asistencia ante un problema de salud o un síntoma preocupante llamando al número indicado en el  apartado ‘Urgencia Digital’ del Portal del Paciente.

“Si el facultativo considera que el paciente no necesita atención presencial pero no puede solucionar su problema con un consejo médico o la prescripción de un fármaco, por lo que requiere de una consulta con un especialista o la realización de alguna prueba adicional, podrá gestionarlas para su realización, quedando el paciente dado de alta del Servicio de Urgencias, de la misma forma que en una valoración presencial”, señala el Dr. Short. En el caso de necesitar atención presencial, el equipo médico multidisciplinar consensuaría y coordinaría las pruebas y opciones de tratamiento para que el circuito de asistencia al hospital fuera continuado.

En el caso de la videollamada desde el propio servicio hospitalaria, esta se realiza en los casos en los que el pacinte se ha desplazado al centro y tras valorarles se ha visto que su situación es menos emergente. “Con el objetivo de ofrecerle una atención lo más ágil posible, y en función de su motivo de consulta, el paciente será valorado por un médico del equipo de Urgencias del hospital que le atenderá por videoconsulta desde una zona del servicio habilitada para ello”, continúa el subdirector de la Fundación Jiménez Díaz.

OPTIMIZACIÓN, AGILIDAD Y MISMA EFICACIA

"Gracias a este circuito podemos atender a los pacientes con mayor agilidad y con la misma eficacia que si lo hiciéramos presencialmente, evitando en los muchos casos en los que no es necesario, su desplazamiento al hospital”, señala el subdirector de la Fundación Jiménez Díaz. También permite optimizar procesos y recursos, ya que un solo médico puede atender a pacientes de distintos centros a la vez, mientras que, para los facultativos, este sistema supone un atractivo profesional y mejora su satisfacción, ya que facilita el teletrabajo, la conciliación familiar o la adaptación a situaciones profesionales o personales como las derivadas de confinamientos por contagio por Covid-19 o dificultades de desplazamiento, entre otras.

En los cuatro meses en los que ha funcionado el circuito se han atendido a unos 8.000 pacientes en los cuatro hospitales del proyecto. Estos pacientes han reflejado un nivel de satisfacción alto o muy alto, superior a los niveles obtenidos en las atenciones presenciales. 

“También desde el punto de vista clínico, los resultados hablan por sí solos: ningún paciente valorado en la Urgencia Digital, ya sea a través de llamada telefónica o videollamada, ha tenido que reingresar en las siguientes 72 horas, el porcentaje de pacientes que ha tenido que ser valorado presencialmente tras alguna de estas dos vías de entrada es inferior al 15%, y el tiempo de atención hasta la resolución del problema de salud ha sido en el 85% de los casos menor a 30 minutos”, asevera el Dr. Short. Está previsto aumentar el número de pacientes ingresados y los motivos de consulta,

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