La Jiménez Díaz estrena la primera RM de alto campo intraoperatoria de la sanidad pública española

Más de 1.000 m2 conforman la primera fase de construcción del nuevo bloque quirúrgico, con siete salas de intervención, que se completará el próximo año con una segunda zona dotada de otros tantos quirófanos.

Primer quirófano híbrido del área quirúrgica de la FJD
Primer quirófano híbrido del área quirúrgica de la FJD

El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz da un nuevo paso hacia la consolidación de su liderazgo en la vanguardia de la asistencia sanitaria con la reciente inauguración de un nuevo bloque quirúrgico con más de 1.000 m2, dotado con la tecnología de imagen más avanzada del panorama sanitario nacional, con siete salas de intervención,  que se completarán el próximo año con una segunda zona dotada de otros tantos quirófanos.

Una nueva área quirúrgica que cuenta con dos quirófanos híbridos, un quirófano comunicado con resonancia  magnética intraoperatoria y cuatro quirófanos polivalentes, tres de ellos dedicados prioritariamente a intervenciones de Traumatología y uno a las urológicas.

Las especialidades quirúrgicas de Neurocirugía, Cirugía Vascular, Cirugía Torácica, Cirugía Ortopédica, especialmente la de columna, y Radiología Intervencionista, serán las más beneficiadas​

La subdirectora médica del centro y doctora, Ana Leal, explicó que “la nueva área quirúrgica de la Fundación Jiménez Díaz incluye dos quirófanos híbridos, es decir, con imagen integrada, lo que convierte al Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz en el primer hospital público de España que dispone de resonancia magnética de alto campo intraoperatoria". Además, señaló que los profesionales del centro “disponen de la tecnología de imagen más avanzada, que refleja en tiempo real lo que está sucediendo en el campo quirúrgico”.

En este sentido, las especialidades quirúrgicas de Neurocirugía, Cirugía Vascular, Cirugía Torácica, Cirugía Ortopédica, especialmente la de columna, y Radiología Intervencionista, serán las más beneficiadas y las que más uso harán del nuevo bloque quirúrgico.   

QUIRÓFANOS HÍBRIDOS

Un quirófano híbrido es una sala quirúrgica equipada con sistemas avanzados de imagen de radiodiagnóstico que ayudan a los cirujanos a realizar procedimientos  complejos, mínimamente invasivos, de forma más rápida y sencilla, con mayor seguridad y menos complicaciones, evitando la duplicidad de las pruebas.

Entre sus ventajas, el Dr. César Aparicio, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de la Fundación Jiménez Díaz, destaca la mayor seguridad y calidad de la imagen con la que se realizan muchos procedimientos, así como el menor uso de los contrastes que requieren, lo que se traduce en “más seguridad, tanto para el cirujano como para el paciente, y menos posibles complicaciones nefrológicas para este último”. Además, el quirófano híbrido permite realizar pruebas en la sala quirúrgica que antes tenían que llevarse a cabo en una de radiodiagnóstico, evitando así la duplicidad de estas.

De esta forma permite a los cardiólogos llevar a cabo procedimientos estructurales como el implante transcatéter valvular aórtico o TAVI; a los traumatólogos cirugías de columna con realidad aumentada; y a los cirujanos vasculares la colocación de prótesis sofisticadas en menos tiempo y mucha más seguridad.

RESONANCIA MAGNÉTICA DE ALTO CAMPO INTRAOPERATORIA

En cuanto al quirófano con acceso directo al equipo de resonancia magnética, permitirá una mayor capacidad de resección total de los tumores y menos secuelas en áreas no afectadas, recidivas y con necesidad de cirugías secundarias. De esta forma, los neumólogos podrán realizar punciones de nódulos pulmonares utilizando imágenes de referencia de tomografía computerizada fusionada con imagen radiológica, en procedimientos muy seguros; y los neurocirujanos podrán operar columnas cervicales o lumbares fusionando igualmente los dos tipos de imágenes para asegurar una correcta colocación de los dispositivos implantables, e intervenir tumores cerebrales con una mayor capacidad para extirparlos por completo, impidiendo de esta forma cirugías secundarias o recidivas.

La resonancia magnética intraoperatoria se traduce en una mayor capacidad de resección total de los tumores y menos secuelas en áreas no afectadas, recidivas y necesidad de cirugías secundarias

La resonancia magnética resulta fundamental para esta especialidad, al ser la base sobre la que se planifica una intervención, se definen los límites de la extirpación del tumor y se realiza incluso el control postoperatorio, por ello disponer de esta información en tiempo real, durante la operación, supone una mejora crucial en Neurocirugía. Tal y como destaca el jefe de este servicio en el hospital madrileño, el Dr. Julio Albisua, “mejora mucho nuestra capacidad de eliminar completamente la neoplasia, así como de acercarnos todo lo necesario para ello a las áreas afectadas, optimizando los resultados para el paciente, pero respetando al máximo los límites, sin dañar otras que puedan dejar secuelas en el enfermo”.

Además, como elemento diferenciador final de este bloque quirúrgico, en la zona de quirófanos y pasillos se han utilizado sistemas de panelado de vidrio, un material que proporciona las mejores condiciones en términos de higiene y diseño, y cuyo uso es muy adecuado en áreas sensibles gracias a sus grandes superficies y su capacidad para retroiluminarse.

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