Madrid aumentará en un 140% los hospitales públicos con alta tecnología robótica quirúrgica

La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha asegurado que se destinará una inversión de más de 12 millones de euros en la adquisición de siete equipos de última generación

La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, visita el Clínico San Carlos. (CAM)
La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, visita el Clínico San Carlos. (CAM)

La Comunidad de Madrid apostará decididamente por la inclusión de tecnología robótica en el Sermas. En concreto, la región planea aumentar un 140% los hospitales públicos que dispongan de estos para intervenciones quirúrgicas. Una estrategia para la que se recoge la inversión de más de 12 millones de euros en la adquisición de siete equipos de última generación, según ha desvelado la responsable de Sanidad, Fátima Matute.

Del total de dispositivos, cinco se encuentran ya instalados y operativos en los quirófanos de Getafe, Puerta de Hierro Majadahonda y La Paz, Ramon y Cajal y 12 de Octubre en la capital. El sexto se implantará próximamente en La Princesa y el Ejecutivo autonómico ha licitado uno más que se incorporará al de Fuenlabrada. Todos ellos se sumarán a los centros públicos que ya contaban con estos avances de vanguardia: Rey Juan Carlos de Móstoles, Villalba y Gregorio Marañón, Fundación Jiménez Díaz, Clínico San Carlos de Madrid.

“Hoy celebramos esas 3.000 intervenciones, pero, sobre todo, el brillante porvenir de esta tecnología en el Sermas. Queremos que más madrileños puedan beneficiarse de ella”

En este último, Matute ha conocido con motivo de las más de 3.000 operaciones realizadas con el robot Da Vinci, que le han consolidado como referente nacional e internacional. Comenzó a utilizarse en 2006, convirtiendo a la sanidad pública madrileña en la primera de España en hacer uso de este instrumental de vanguardia. “Hoy celebramos esas 3.000 intervenciones, pero, sobre todo, el brillante porvenir de esta tecnología en el Sermas. Queremos que más madrileños puedan beneficiarse de ella”, ha destacado Matute, quien ha subrayado también  “el enorme salto de calidad asistencial y la seguridad que aportan”.

El programa de cirugía robótica del Hospital público Clínico San Carlos se aplica en seis especialidades. Hasta el 30 de septiembre de 2023, el 56,24% de las operaciones efectuadas han sido urológicas, siendo las más habituales (casi 9 de cada 10) las de extirpación completa de la próstata a pacientes con cáncer. Le siguen, con un 21,42%, las ginecológicas, esencialmente tratamiento de tumores malignos y endometriosis. El 20,63% de la actividad quirúrgica fue en cirugía general y del aparato digestivo, sobre todo colón de obesidad.

ESTRATEGIA PIONERA

El robot Da Vinci también está presente en la actividad quirúrgica de los cirujanos torácicos, otorrinolaringólogicos y pediátricos del Hospital público Clínico San Carlos, que fueron los primeros en utilizarlo para operar a niños en la Comunidad de Madrid. El primer menor en ser intervenido fue un varón de 9 años, a quien le fue extirpado un riñón debido a su mal funcionamiento. Además, el centro desarrolló la primera ampliación vesical pediátrica completa con este tipo de tecnología en España, de principio a fin, a un joven de 12 años que sufría pérdidas de orina, en un procedimiento que hasta entonces se realizaba con cirugía abierta.

UNA MAYOR PRECISIÓN

Esta técnica implica ventajas como menores incisiones y suponer estancias hospitalarias más cortas, menor sangrado por adherencias entre tejidos y dolor postoperatorio, además de la reducción del riesgo de infecciones, mayor seguridad para los pacientes y una recuperación más rápida habituales.

Ofrece una visión tridimensional del campo quirúrgico mediante una óptica de alta definición, aumentando el campo de visión respecto de la cirugía por laparoscopia

Desde el lado de los profesionales, ofrece una visión tridimensional del campo quirúrgico mediante una óptica de alta definición, aumentando el campo de visión respecto de la cirugía por laparoscopia, que sólo ofrece visión bidimensional. El cirujano maneja los brazos y pinzas articulados del dispositivo transmitiendo los movimientos de sus manos y dedos al instrumental, posibilitando un amplio grado de libertad de acción y mayor precisión al eliminar cualquier tipo de temblor, especialmente en intervenciones que requieren una disección minuciosa o en lugares más inaccesibles.

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