Los hospitales de Guadarrama y La Fuenfría han incorporado diversas mejoras tecnológicas en sus instalaciones para la total recuperación de los pacientes tras su paso por los hospitales de agudos. Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad, se ha trasladado a dichos hospitales para conocer estas innovaciones que se enmarcan dentro de la apuesta del Gobierno regional por ofrecer una asistencia sanitaria global y coordinada desde el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).
Tras un encuentro con los profesionales del Hospital de Guadarrama, el consejero ha podido ver cómo un grupo de pacientes, asistidos para su aprendizaje por el fisioterapeuta, realizan ejercicios específicos para la rehabilitación neurológica y traumatológica, con la ayuda de 18 videos editados por la Universidad Francisco de Vitoria. También ha conocido los ejercicios que se realizan en el gimnasio para fomentar la rápida recuperación de estas patologías, gracias a la Asociación sin Ánimo de Lucro Voluntachies.
La instalación de nuevos sofás-cama, televisiones y neveras son algunas de las innovaciones destinadas a la comodidas de los pacientes.
En el Hospital La Fuenlafría, el consejero ha visto las 16 nuevas habitaciones individuales de la Unidad de Cuidados Paliativos, que actualmente se ha convertido en un área donde el ingreso está individualizado. La reforma de paredes y la decoración, nuevas neveras, televisiones y terrazas, han sido algunos de los cambios que han hecho los responsables del centro con el asesoramiento de expertos, además de la instalación de nuevos sofás-cama y salas en la misma planta, para aumentar el confort de pacientes y familiares.
Los pacientes son atendidos por un equipo formado por dos médicos especialistas y un psicólogo clínico que les proporcionan una atención que contempla el cuidado emocional del enfermo y sus allegados. Unos 130 pacientes al año de media son tratados en esta Unidad.
Con respecto a las cuatro habitaciones de la Unidad de Tuberculosis (UTB), Ruiz Escudero ha comprobado su total renovación tanto desde el punto de vista del confort como de los más importantes aspectos médicos. Se ha incorporado presión negativa individualizada para que en cada, habitación el ambiente sea el más inocuo y se evite, de esa manera, cualquier salida al exterior y cualquier posible contagio. Desde 2016, este centro ha tratado a más de 40 pacientes que se han incorporado a su vida normal una vez recuperados.