El cierre de la unidad de hospitalización del Hospital Sant Joan de Alicante para pacientes con trastornos de la alimentación ha provocado el alta precipitada de seis afectadas de anorexia. La situación ha provocado la reacción del propio centro que admite errores en esta decisión, aunque la justifica porque las pacientes pueden ser atendidas correctamente con su hospitalización a domicilio.
Asimismo, desde el centro han afirmado que están dispuestos a pedir disculpas en el caso de que hubieran cometido una equivocación. Así se recoge en una información publicada por el diario La Información.
Profesionales que trabajan con personas afectadas por la anorexia creen que este parón en el tratamiento intensivo que reciben supone un perjuicio para su recuperación
Normalmente, a pacientes en una situación más delicada se les ofrece una alternativa de ingreso, por ejemplo en la planta de Pediatría, en Ginecología o en Psiquiatría. El diario ha informado de que no se han llevado a cabo ninguno de estos ingresos tanto por el rechazo de las familias a que sean internadas en Psiquiatría o por las dificultades planteadas por otros servicios para acoger a este tipo de pacientes.
El servicio dispone de seis camas, está localizado en una planta de hospitalización convencional pero aislado del resto de enfermos, de manera que los pacientes ingresados llevan un estricto control en cuanto a horarios y comidas y están muy vigilados. El cierre obedece todos los veranos a la falta de personal, con media plantilla del hospital de vacaciones y con escasez de sustituciones.
Profesionales que trabajan con personas afectadas por la anorexia creen que este parón en el tratamiento intensivo que reciben supone un perjuicio para su recuperación, aunque desde la dirección del centro insisten en que a estos enfermos no se les deja desasistidos durante este mes.