Dudas por la gestión de Baltar y su supuesto favoritismo hacia su empresa anterior

Con la llegada de José Manuel Baltar a la Consejería de Sanidad de Canarias, el modelo sanitario de las islas comenzó una transformación paulatina.

José Manuel Baltar, consejero de Sanidad de Canarias, interviniendo recientemente en el Parlamento regional.
José Manuel Baltar, consejero de Sanidad de Canarias, interviniendo recientemente en el Parlamento regional.

En el verano de 2016, José Manuel Baltar, por entonces director de Operaciones de las Clínicas San Roque, principal grupo hospitalarios privado en Canarias, presentaba en rueda de prensa un nuevo y sofisticado equipo PET-TAC para el diagnóstico y la detección del cáncer. En ese momento, Baltar aseguraba que el sistema privado sería capaz de solventar la problemática de las listas de espera en las islas con una partida de 16 millones de euros.

Meses después, José Manuel Baltar se convirtió en el titular de la Consejería de Sanidad, por lo que el modelo sanitario comenzó una transformación paulatina. El ejemplo más claro se produce en los procesos de Medicina Nuclear, una especialidad dedicada al diagnóstico de patologías, entre las que destacan los procesos oncológicos.

El anterior consejero de Sanidad, el socialista Jesús Morera, tenía en su hoja de ruta acabar con el modelo privatizado y que el Servicio Canario de Salud (SCS) asumiese la gestión directa

Según informa Canarias Ahora, los habitantes de Gran Canaria que deben someterse a una prueba diagnóstica con un PET-TAC tienen que pasar por la consulta de un médico de las Clínicas San Roque. Los ciudadanos de la zona norte son tratados en el Hospital Universitario Doctor Negrín, con un sistema adquirido en 2009, de de titularidad pública pero gestionado, igualmente, por las Clínicas San Roque.

El anterior consejero de Sanidad, el socialista Jesús Morera, tenía en su hoja de ruta acabar con el modelo privatizado y que el Servicio Canario de Salud (SCS) asumiese la gestión directa. De hecho, el dirigente apuntalaba su argumentario con un informe que registraba en 800.000 euros el ahorro de la reversión a la sanidad pública del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Doctor Negrín.

No obstante, la llegada de Baltar al Gobierno de Fernando Clavijo dinamitó los planes de su antecesor. Tanto es así que un documento impulsado por su nuevo departamento evidenciaba que el objetivo de la Administración sanitaria es el mantenimiento de la licitación en manos del sistema privado.

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