El Hospital de La Candelaria y AP evaluarán el impacto del volcán de La Palma en la salud

Según informa el Gobierno de Canarias, el objetivo de este proyecto es analizar las consecuencias de la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma

Personal del Instituto Volcanológico de Canarias trabajando tras la erupción del volcán en La Palma (Foto: Involcan)
Personal del Instituto Volcanológico de Canarias trabajando tras la erupción del volcán en La Palma (Foto: Involcan)
Agustina Uhrig
3 enero 2022 | 16:00 h

La Unidad de Investigación del Hospital Nuestra Señora de Candelaria y el Área de Salud de La Palma, trabajarán en conjunto en el proyecto ISvolcan, también llamado "Impacto en la salud de la población de la isla de La Palma durante la reciente erupción volcánica". Se trata de un estudio en el que, según informa el Gobierno de Canarias, participarán como investigadores colaboradores más de una decena de profesionales sanitarios de la isla afectada por la erupción del Cumbre Vieja. 

El objetivo del mismo es analizar las consecuencias de la erupción del volcán de La Palma en la salud de los habitantes de la conocida como isla bonita. El trabajo ha sido aprobado por la Dirección de Área de Salud y Gerencia de los Servicios Sanitarios de la Isla y se inició el pasado mes de diciembre. Asimismo, se prevé que se ponga en marcha a lo largo de los próximos meses en varios centros de salud de La Palma. 

El estudio realizará un seguimiento de cinco años a las personas que participen en el mismo, para comprobar los efectos y cambios experimentados por los palmeros

Tal y como explica el gobierno canario, para desarrollarlo se ha seleccionado de forma aleatoria una amplia muestra de población general adulta residente en los municipios de la comarca oeste, como son El Paso, Los Llanos de Aridane, Tazacorte y Puntagorda frente a población de la comarca este, residente en Mazo, Santa Cruz y San Andrés y Sauces, garantizando así la representatividad de los núcleos más expuestos y menos expuestos por distancia al volcán.

El proyecto se llevará a cabo en dos fases: la primera, basada en un cuestionario de salud realizado por médicos y enfermeras de Atención Primaria de los centros de salud de la isla; la segunda, consistirá en la realización de una prueba de función respiratoria o espirometría para evaluar la capacidad pulmonar, así como una exploración física y un análisis de sangre para valorar la presencia de metales pesados relacionados con la erupción. El estudio realizará un seguimiento de cinco años a las personas que participen en el mismo, para comprobar los efectos y cambios experimentados por los palmeros. 

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