Ramon Salazar i Soler ha dimitido de su cargo como director general del Instituto Catalán de Oncología (ICO). Esta dimisión ha estado motivada por una serie de pagos que el exdirector habría recibido por parte de varias farmacéuticas y que no habría declarado.
Dado su puesto como alto cargo en la Generalitat de Cataluña, Salazar debía haber declarado estas colaboraciones con, al menos, siete farmacéuticas. Por estos hechos, además, desde la Generalitat ya se le había abierto un expediente para investigar el caso.
Del mismo modo, a través de una investigación periodística de 'El Periódico', se le atribuyeron también actividades a través de una empresa privada que fundó, y que pasó a estar a nombre de su mujer cuando Salazar accedió al cargo en la consejería.
Desde la Generalitat ya se le había abierto un expediente para investigar el caso
El propio consejero de Salud de la GeneraliTat, Manel Balcells, ya advirtió la pasada semana de que "hay unas normas que un alto cargo debe cumplir y ahora veremos si se han cumplido o no. Hay unos criterios de compatibilidad que veremos si se han saltado o no".
Igualmente, aseguró que se abrió el expediente informativo "inmediatamente" al conocer la noticia. "A partir de aquí tomaremos las decisiones que haya que tomar. Y las tomaremos. Si hay cosas mal hechas, no lo toleraremos", según las palabras que recogía 'El Periódico' por parte del consejero.
Finalmente, ha sido el propio Salazar el que ha presentado su dimisión este pasado viernes ante estas informaciones sobre supuestas irregularidades, cuyo importe llegaría a los 14.036,09 euros de pagos no declarados por parte de las farmacéuticas.