El sector de los servicios públicos en el País Vasco se movilizó este pasado miércoles a lo largo de la región. Ha sido la primera de las dos jornadas de huelga –la próxima el 19 de diciembre- convocadas por los sindicatos ESK, ELA, LAB, CCOO, Steilas y SATSE, con el 85 % de la representación sindical. Tras esta movilización se esconde el malestar de los trabajadores, quienes demandan al Gobierno Vasco medidas para contrarrestar el “notable deterioro” en la calidad de los servicios a la ciudadanía, el empeoramiento de las condiciones laborales y la “deficiente” política presupuestaria.
En el marco del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), las organizaciones sindicales precursoras de la manifestación esperan que los partidos e instituciones autonómicas se adhieran a cambiar sus políticas actuales y apostar decididamente por unos servicios públicos “de calidad” y en los que “se garanticen” las condiciones de su personal. Para conocer sus sensaciones tras la jornada de huelga, desde ConSalud.es hemos querido hablar con el delegado del sindicato ESK en Osakidetza, Patxi Nicolau, quienconsidera que ha dejado patente el objetivo de que “la cobertura que damos a los ciudadanos sea fuerte, esté bien gestionada y llevada a cabo desde el ámbito público”.
Unos servicios asistenciales en Osakidetza que se vieron tensionados con el paso de la pandemia de Covid-19, pero que “previamente ya se encontraban en condiciones precarias”
El delegado sindical lamenta que los responsables políticos hayan tratado de denostar esta protesta, acusando a los convocantes de meros intereses económicos y políticos. “Salir en defensa de nuestras condiciones laborales no es sólo una cuestión de poder adquisitivo, como quieren tergiversar desde la Administración, sino de dignificar el espacio donde desarrollamos nuestro trabajo y el servicio que prestamos a los ciudadanos”. Unos servicios asistenciales en Osakidetza que se vieron tensionados con el paso de la pandemia de Covid-19, pero que “previamente ya se encontraban en condiciones precarias”.
De esta manera, las reclamaciones que han motivado a los sindicatos a la convocatoria de la protesta orbitan sobre la necesidad de aprobar partidas presupuestarias que permitan reforzar la Sanidad pública, reducir la temporalidad y consolidar las plantillas, así como mejorar las condiciones laborales y retornar la capacidad adquisitiva perdida por los trabajadores en el Servicio Vasco de Salud. Por otra parte, aclara, "pedimos una valoración de los riesgos psicosociales –salud laboral- y redimensionar la plantilla de Osakidetza en base a las cargas de trabajo a las que los profesionales se ven sometidos”, apunta Nicolau.
“Es necesario romper con la brecha salarial que existe en Osakidetza, donde se ha cifrado en un 25% la diferencia entre lo que cobran los hombres en relación a las mujeres"
La brecha de género se presenta también como otro de los principales focos en los que los servicios públicos vascos deben poner su atención con premura. En el ámbito sanitario, “es necesario romper con la brecha salarial que existe en Osakidetza, donde se ha cifrado en un 25% la diferencia entre lo que cobran los hombres en relación a las mujeres”. Una circunstancia que se encuentra dentro de la tabla reivindicativa puesta sobre la mesa del Gobierno autonómico en las protestas y que se suma, en las mujeres, a la “precarización de las condiciones laborales que de por sí padecen todos los profesionales”, lamenta.
Un elemento clave para la mejora de las circunstancias de trabajo de los empleados de la Sanidad pública vasca pasaría por que los responsables sanitarios se avinieran a negociar de nuevo los Convenios Laborales con los responsables sindicales. Unos documentos “no actualizados desde hace 14 años” y que sólo han sufrido actualizaciones “por la vía decreto – sin ningún diálogo- y a remolque de las normativas estatales”, más que en base a la voluntad de la propia Administración pública vasca. Una de estas incorporaciones más recientes ha sido “la ampliación de los permisos por cuidado de menores proveniente del Gobierno central”, señala el delegado de ESK.
BAILE DE CIFRAS
La convocatoria de huelga llevada a cabo por los sindicatos vascos bajo el lema "Por unos servicios públicos, salarios y empleo acordados aquí" ha tenido un seguimiento "muy amplio”. En concreto, la cifra de participación trasladadas desde los sindicatos se sitúan en más de 30.000 personas a lo largo de las tres capitales. Habiéndose concentrado en Donostia-San Sebastián más de 10.000 personas, en Vitoria-Gasteiz 6.000 y en Bilbao, unas 15.000, aclaran.
"Mantenemos la voluntad, ya que la huelga no es el objetivo, sino mejorar las condiciones de los compañeros y compañeras”
Por su parte, el Departamento Vasco de Salud ha cifrado la incidencia del paro en el turno de tarde de Osakidetza en el 6,59%. Delimitándola por categorías profesionales al 4,66% en el personal médico, al 5,33% en el personal de enfermería y en 9,85% en el resto de categorías. Unas cifras que el responsable de ESK considera “condicionadas por la implantación de unos servicios mínimos claramente abusivos por parte del Departamento de Trabajo” y que han llevado, paradójicamente, a que servicios como las emergencias móviles y centros coordinadores tuviesen “más efectivos trabajando en una jornada de huelga que cualquier otro día”.
Con todo ello, la convocatoria de huelga en los servicios públicos de la región tiene una nueva fecha el próximo 19 de diciembre, dado que “el bienestar de una sociedad se mide en la calidad de sus servicios públicos y, por ello, seguiremos luchando”. Hasta entonces se abre una nueva ventana de diálogo para poder acercar posturas respecto a las demandas recogidas por ESK y el resto de los sindicatos participantes. Algo que Patxi Nicolau desearía, pues “antes de esta jornada de movilización planteamos mesas de diálogo con diferentes administraciones. No acudió nadie. Aún así, mantenemos la voluntad, ya que la huelga no es el objetivo, sino mejorar las condiciones de los compañeros y compañeras”.