Los profesionales sanitarios del País Vasco llevan tiempo reclamando a las autoridades políticas mejoras en el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Este pasado sábado, 25 de febrero, miles de personas se manifestaron en las tres capitales vascas convocadas por los sindicatos SME, Satse, ELA, LAB, CCOO y UGT. Estas manifestaciones sirvieron para denunciar “el desmantelamiento” y “falta de inversión” en la sanidad pública de Euskadi. Del mismo modo, reprocharon al Gobierno Vasco que hubiera reducido para este año 2023 la inversión para Osakidetza en 20 millones de euros y le instaban a abrir una “negociación real” con las organizaciones sindicales para tratar de solucionar las reivindicaciones que sostienen.
De este modo, el colectivo médico de Hospitales y Atención Primaria definió la gestión del Servicio Vasco de Salud como “nefasta” y reflejaron su “hartazgo” ante la sobrecarga laboral y el empeoramiento en la calidad de asistencial al paciente. Unas problemáticas ante las que esperan una respuesta decidida e inmediata por parte de la Consejería de Salud, dirigida por Gotzone Sagardui, para que tome decisiones en la línea de desbloquear la mesa sectorial. Hasta entonces, el objetivo de los sindicatos convocantes es continuar movilizándose hasta que vean “una verdadera intención de cambiar la situación actual". Para relatarnos este malestar y las demandas de los facultativos vascos ha atendido a ConSalud.es la secretaria general del Sindicato Médico de Euskadi (SME), Mabel Arciniega.
“Es cierto que faltan médicos, pero no sirve echar balones fuera”; si se ofreciesen unas “buenas condiciones laborales a los facultativos” y se les “tratase bien” no serían tantos los que deciden marcharse al extranjero
De antemano, la secretaria del SME, muestra su incomprensión ante el hecho de que la consejera de Salud achaque todos los problemas en Osakidetza a la carencia de profesionales médicos que se arrastra en toda Europa. En opinión de Arciniega, “es cierto que faltan médicos, pero no sirve echar balones fuera”; si se ofreciesen unas “buenas condiciones laborales a los facultativos” y se les “tratase bien” no serían tantos los que deciden marcharse al extranjero. La representante de SME relata que las condiciones de trabajo de un médico vasco de Atención Primaria implican que las consultas estipuladas de 35 pacientes con 10 minutos por sesión -una agenda de calidad- terminen convirtiéndose en 70 pacientes, con la imposibilidad de poder ofrecer “una buena atención" al ciudadano.
Esta situación de sobrecarga de pacientes ha llevado a los médicos vascos a alzar la voz y a considerar que no pueden seguir trabajando en estas condiciones. No en vano, desde el Sindicato Médico de Euskadi han llevado a cabo diferentes reuniones con servicios de Urgencias y Atención Primaria y han desarrollado encuestas destinadas a conocer las medidas que priorizarían los profesionales a la hora de mejorar su calidad de trabajo. “No buscamos no trabajar, sino trabajar bien. No estamos en una fábrica de tornillos, estamos atendiendo la salud de personas que merecen su tiempo y calidad en la asistencia”, aclara la secretaria general del Sindicato Médico de Euskadi. Arciniega lamenta que desde la Consejería de Salud se aprovechen de la “vocación de los facultativos para trabajar más allá de lo que estipula su jornada”.
“No se trata del dinero; siempre que hemos tenido que arrimar el hombro lo hemos hecho y lo haremos”, pero considera que se ha llegado a un punto en el que “muchos médicos conviven con el miedo a cometer un error”
Los médicos vascos, así como los de todo el país, llevaron a cabo un gran esfuerzo durante la pandemia de Covid-19 para que a ningún paciente le faltase su cuidado. Sin embargo, en estos momentos no comprenden cómo se puede mantener una situación de exceso de trabajo como la que viven. De este modo, Mabel Arciniega, aclara que no es una cuestión de “a cuánto se paguen la horas extra”, sino de que los médicos no deban asumir que han de hacerlas de forma sistemática ante la falta de otras alternativas. “No se trata del dinero; siempre que hemos tenido que arrimar el hombro lo hemos hecho y lo haremos”, pero considera que se ha llegado a un punto en el que “muchos médicos conviven con el miedo a cometer un error”, dado el cansancio y la sobrecarga que acarrean, remarca la secretaria sindical.
Entre las cosas que Arciniega lamenta se encuentra que los ciudadanos están llegando a un punto de “gran enfadado y descontento con la Atención Primaria” y que, en muchos casos, “pagan con el facultativo”. “El primer servicio asistencial es una especialidad muy bonita; poder atender a tus pacientes bien, llevándoles un seguimiento desde que los tomas en la adolescencia hasta que llegan a ser ancianos”, remarca la secretaria de SME en relación a la importancia de conservar la calidad de la Medicina Familiar y Comunitaria. Desde el sindicato comprenden que la falta de profesionales es una realidad, pero tampoco observan que desde Salud se atienda a aplicar algunas medidas que servirían para descongestionar la situación en AP.
La no convocatoria de estas plazas para Osakidetza ha supuesto que “médicos formados en Euskadi estén ejerciendo en otras comunidades autónomas más ágiles a la hora de ofrecer vacantes en sus servicios de salud”
A raíz de las reuniones del sindicato con profesionales de Atención Primaria se han trasladado a los responsables sanitarios vascos distintas propuestas de fácil aplicación. “Les hemos remitido algunas medidas no económicas, sino organizativas, para combatir la carga de trabajo y dar una mejor atención al paciente”, indica la secretaria general de SME, tales como: poner una enfermera de triaje; una persona -sin necesidad de que sea un sanitario- que gestione la burocracia y papeleo para liberar de tiempo a los médicos; mejorar el sistema informático; así como otras consideraciones “muy sencillas”, pero “tras decirnos que lo apuntarán, ni siquiera estas pequeñas cosas parecen capaces de aplicarlas”, sentencia.
Las ofertas públicas de empleo (OPE) para el Servicio Vasco de Salud son una buena manera de ampliar las plantillas de médicos y atraer el talento de otras regiones hacia el País Vasco. De hecho, “el Gobierno de Euskadi firmó que se iban a hacer dos concursos de traslado que no hemos llegado a ver”, asegura Mabel Arciniega, quien remarca que la no convocatoria de estas plazas para Osakidetza ha supuesto que “médicos formados en Euskadi estén ejerciendo en otras comunidades autónomas más ágiles a la hora de ofrecer vacantes en sus servicios de salud”. En esta línea, la secretaria de SME pone el ejemplo de Burgos, provincia donde los facultativos están esperando la publicación de nuevas plazas y desde la cual, “si el País Vasco se diera celeridad, podría atraerlos” hacia la región.
Una negociación requiere que ambas partes dialoguen; de nada sirve sentarte en la mesa sectorial y que te digan
"esto va a ser así, te guste o no"
En este contexto de demandas a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, el Sindicato Médico de Euskadi, así como el resto de asociaciones representativas de los profesionales sanitarios, están llamados el próximo miércoles a un nuevo encuentro en la mesa sectorial de Sanidad. Sin embargo, Mabel Arciniega, duda de que ellos vayan a asistir a la misma. “Hemos trasladado una serie de puntos que la mesa no va a recoger. Una negociación requiere que ambas partes dialoguen; de nada sirve sentarte en la mesa sectorial y que te digan ‘esto va a ser así, te guste o no’, tienen que tener en cuenta las propuestas que aportamos”, avanza, ante unas reuniones en las que “no se llega a nada”. De esta manera, la secretaria general de SME asegura que su sindicato en particular no asistirá a este encuentro en la mesa sectorial del miércoles “si no observa cambios desde Salud hasta ese día”.