El Servicio Canario de la Salud (SCS), dirigido por Conrado Domínguez,deberá abonar 1.300.000 euros a una madre portadora de una enfermedad genética por no haberla avisado de que las pruebas que le habían hecho durante el embarazo para descartar que su hijo la hubiera heredado estaban contaminadas y no eran fiables, según informa EFE. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 de Las Palmas de Gran Canaria condena al SCS a compensar a los padres del menor, por estimar que debido a su "falta de diligencia" deberán afrontar con su hijo las "consecuencias devastadoras" del síndrome de Lesch Nyhan, una enfermedad rara de carácter hereditario ligada a una mutación del cromosoma X, por lo que solo la desarrollan los varones, aunque las mujeres puedan ser portadoras.