Investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos, cuyo máximo representante es José Soto, han establecido, usando modelo experimental, una asociación entre cambios en la microbiota intestinal y el desarrollo de insuficiencia cardiaca, lo que, de trasladarse a la actividad clínica, podría servir para identificar a pacientes que pudieran desarrollar insuficiencia cardiaca.