El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Valladolid ha condenado a un cirujano plástico y a su aseguradora a indemnizar con 31.600 euros a un paciente como consecuencia de una defectuosa intervención de blefaroplastia (una cirugía en los párpados).
El paciente, de 68 años a la fecha de los hechos, fue intervenido en septiembre de 2017 en un hospital privado de la ciudad por un especialista en Cirugía Plástica, que realizó una blefaroplastia superior e inferior, al presentar párpados caídos y bolsas prominentes, han informado a Europa Press fuentes de El Defensor del Paciente, cuyo letrado Santiago Díez ha llevado el caso.
En consultas posteriores, el paciente presentó ectropión motivado por la retracción del párpado inferior. Además, persistían las bolsas bajo los ojos, que no se habían eliminado con la blefaroplastia anterior. Motivo por el que, en septiembre de 2018, el doctor realizó una segunda cirugía de cantoplastia para intentar corregir este defecto. Tras esta segunda cirugía, el paciente sufrió retracción palpebral con exposición de la conjuntiva (el "blanco" del ojo), ectropión, mirada caída y triste, malposición del canto externo del ojo, hundimiento periorbitario y ojos prominentes.
Es decir, la estética facial del paciente "no sólo no había mejorado tras la cirugía de blefaroplastia (y el retoque posterior), sino que actualmente persisten bolsas en párpados, una mirada caída y triste y, además, no puede cerrar totalmente el ojo izquierdo, lo que le dificulta el sueño y le provoca un lagrimeo constante por la sequedad del ojo siempre abierto", ha explicado la asociación.
La sentencia incide tanto en el perjuicio estético como funcional que, tras la cirugía, presenta el paciente
El caso del paciente era especialmente complejo, debido a la laxitud de los tejidos y fisionomía facial, características que incrementaban notablemente el riesgo de que la cirugía propuesta no obtuviera el resultado buscado. La sentencia reprocha que no se informara adecuadamente al paciente de la complejidad de su caso, directamente relacionada con las posibilidades de éxito de la cirugía realizada, la cual, de carácter voluntario y en absoluto necesaria, bien podía haberla rechazado el paciente de haber conocido el elevado riesgo de fracaso de la misma.
FALTA DE INFORMACIÓN
La sentencia incide tanto en el perjuicio estético como funcional que, tras la cirugía, presenta el paciente. "Pues, desde luego, el paciente no se hubiera sometido a esta cirugía si hubiera conocido previamente los riesgos de la misma y las escasas posibilidades de éxito en relación al resultado deseado", ha agregado El Defensor del Paciente.
Por ello, al no haber informado el médico al paciente de ese elevado riesgo de fracaso y no obtención del resultado, se condena al pago de los daños derivados de tal intervención de cirugía estética. La sentencia condena al médico y a su aseguradora al pago de 28.900 euros más los intereses legales que, sumados a la anterior cantidad, hacen un total de 31.600.
"Últimamente estamos asistiendo a verdaderas tragedias de pacientes que se someten a una intervención quirúrgica para mejorar su aspecto, y terminan en una UCI e incluso perdiendo de vida"
La presidenta de la Asociación, Carmen Flores, ha insistido en recordar a todos los usuarios de este tipo de servicios médicos la importancia de conocer previamente todos los posibles riesgos y complicaciones de este tipo de cirugías, de carácter voluntario, y que pueden llevar a una situación catastrófica.
"Últimamente estamos asistiendo a verdaderas tragedias de pacientes que se someten a una intervención quirúrgica para mejorar su aspecto, y terminan en una UCI e incluso perdiendo de vida", ha advertido Flores, quien ha añadido que en otras ocasiones lo que ocurre es que obtienen unos resultados que "en nada se acercan a lo que buscaban o deseaban".
Por eso, ha reiterado, es "importantísimo" saber en manos de quién se pone cada uno "y, muy especialmente, los riesgos de la intervención quirúrgica."