Masticar correctamente contribuye a regular el azúcar en sangre

La diabetes aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades periodontales y afecta a las encías y a los huesos

Persona comiendo (Fuente: Freepik)
Persona comiendo (Fuente: Freepik)
Dentalia
14 septiembre 2023 | 10:00 h
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Masticar la comida es una acción tan cotidiana que a veces no le prestamos la atención que deberíamos. Esa labor es muy importante ya que es en la boca donde empieza la digestión. Triturar bien los alimentos antes de ingerirlos y hacer que se mezclen con la saliva, favorece a la extracción y asimilación de los nutrientes. En concreto, nutrientes como la fibra, que contribuye a reducir el azúcar en sangre, se liberan al masticar los alimentos que la contienen.

Según el Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia, está probado que una buena masticación de los alimentos contribuye a que se produzcan reacciones intestinales que hacen que se segregue insulina. La insulina estimula al hipotálamo para que origine la sensación desaciedad. Al sentirnos saciados, hay menos predisposición a continuar comiendo, y esto nos aleja de padecer sobrepeso, que, a su vez, constituye uno de los factores de riesgo para el desarrollo de la diabetes.

Un alto nivel de azúcar en sangre hace generar menos saliva y puede provocar el síndrome de boca seca, según la ADA

La diabetes, altera la respuesta inflamatoria ante microorganismos presentes en la encía, aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades periodontales y afecta a las encías y a los huesos, que son el soporte de los dientes

Según la Asociación Dental Americana (ADA), además, guarda una relación bidireccional con la enfermedad periodontal: la hiperglucemia afecta a la salud bucal mientras que la periodontitis afecta al control glucémico. Según la ADA, un alto nivel de azúcar en sangre se asocia a una boca seca, pues se genera menor cantidad de saliva. Al generarse menos saliva se incrementa el riesgo de caries, ya que la saliva actúa como protección. También es común la inflamación y el sangrado de las encías y una mayor dificultad en las heridas para cicatrizar.

Por tanto, masticar bien los alimentos que ingerimos es un hábito muy fácil de incorporar a la rutina, pero que puede marcar la diferencia. Algo tan sencillo puede ayudarnos a regular el azúcar en sangre, a asimilar mejor los nutrientes y a hacer mejor la digestión.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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