La tecnología está alcanzando cada día más procesos dentro de la odontología, y la anestesia no podía quedarse fuera del proceso de la digitalización. La conocida como “anestesia digital” consiste en la administración inteligente y controlada digitalmente de la anestesia local en boca, a través de una pieza desechable con forma de lápiz unida a una bomba digital de presión controlada por un ordenador.
Esta tecnología ha supuesto “un antes y un después” según la odontopediatra de Oceanic Ortodoncia y Odontología Infantil, María Noguerado quien afirma que en el tratamiento de pacientes infantiles “esta tecnología te permite conocer con seguridad cuando un diente está anestesiado” ya que “generalmente los niños lloran todo el rato y no es por dolor, sino por la situación”.
“Esta tecnología te permite conocer con seguridad cuando un diente está anestesiado”
En esta anestesia, el ordenador permite controlar la velocidad y duración de la infiltración así como la presión sobre los tejidos blandos y la encía, de tal forma que dispone de una desconexión automática en caso de una excesiva resistencia tejido a la infiltración evitando de esta forma cualquier molestia o dolor al paciente.
“La anestesia digital lo que hace es que la presión a la que se aplica la anestesia, no la controla el odontólogo directamente con la mano, sino que la controla una máquina”, explica la odontopediatra quien añade: “utilizamos una aguja muy pequeña, similar a las de acupuntura, y anestesiamos sólo el diente que vamos a tratar”.
Al no tratarse de una anestesia troncular, en la que el efecto de la anestesia “actúa sobre toda la parte de debajo de la boca, por ejemplo”, esto aporta grandes beneficios al paciente ya que la anestesia limita su efecto a “una zona localizada”.
“La ventaja de la anestesia computerizada es que el paciente se va sin anestesia post-operatoria”
“La ventaja que aporta a los odontopediatras la anestesia computerizada es que el paciente se va sin anestesia post-operatoria, del labio por ejemplo, algo que es muy importante en pacientes especiales e infantiles que no entienden por qué después de un tratamiento tienen que tener el labio anestesiado”, afirma Noguerado. “Los niños al no conocer la sensación de anestesia la identifican como dolor, aunque realmente no lo sea y hay que ayudarles a diferenciar esa sensación y transmitírselo a los padres”, añade.
Esta anestesia, que también puede aplicarse en adultos, mejora la experiencia del paciente, ya que el dolor en el momento de anestesiar se reduce notablemente, así como en el post-operatorio” que es mucho mejor para el paciente “porque no se anestesian tejidos blandos, sino sólo el diente”.
La odontopediatra explica que “pese a que este procedimiento lleva más tiempo para el odontólogo, cuando se ha terminado de colocar la anestesia, la máquina informa al profesional de dónde se ha colocado y a qué presión y le confirma que la zona está anestesiada”. Algo que se valora muy positivamente ya que “la precisión que aporta esta tecnología te hace tener la certeza de que has puesto bien la anestesia. Con esta anestesia, respecto a la tradicional, la máquina confirma que el diente está anestesiado al alcanzar una determinada presión”.
“La precisión que aporta esta tecnología te hace tener la certeza de que has puesto bien la anestesia”
En odontopediatría la sedación se emplea en pacientes especiales, que tienen limitada la capacidad de cooperación, como pueden ser pacientes con autismo o con síndrome de Down, así como pacientes muy pequeños o con trastornos de ansiedad. “Cuando a estos pacientes tenemos que hacerles muchos tratamientos en una visita o actuaciones más invasivas, en las que necesitamos trabajar por ejemplo los cuatro lados de la boca, nos planteamos la esta posibilidad de trabajar bajo sedación”. La experta indica que “en estos tratamientos un anestesista realiza la sedación intravenosa muy segura y en una misma sesión se pueden realizar las actuaciones necesarias en toda la boca”.
En resumen, entre los beneficios de la anestesia digital se encuentra la eliminación del dolor provocado por la infiltración del liquido anestésico en el tejido al realizarse por debajo del umbral del dolor del paciente, gota a gota y durante un par de minutos, versus la anestesia manual que dura varios segundos. Al cambiar las jeringas convencionales por agujas mucho más pequeñas hace que el paciente visualmente se encuentre más cómodo. Además, esta tecnología permite dosificar mejor la cantidad de anestesia a utilizar, lo que redunda en mayor seguridad y confort para el paciente y llega mejor a todos los recovecos de la boca. Según los expertos esta anestesia puede disminuir la sensación de “miedo al dentista” eliminando por completo la ansiedad y el temor provocado por las inyecciones de anestesia.