La compañía farmacéutica Purdue Pharma se está defendiendo de la ola de demandas que tiene en Estados Unidos y alega que minimizó los riesgos de opiáceos y exageró sus beneficios.
Precisamente, la compañía ha señalado las regulaciones de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) sobre los analgésicos, las cuales afectaron a los grupos de defensa.
La compañía se enfrenta a cientos de demandas de ciudades, condados y estados que alegan que la farmacéutica alimentó una epidemia nacional de opiáceos al comercializar de forme engañosa sus analgésicos recetados para generar miles de millones de dólares en ventas.
Ante el creciente escrutinio legal, Purdue dejó de comercializar opiáceos este año y despidió a unos 350 empleados
Un juicio recientemente abierto en el estado de Tennessee intenta arrojar luz sobre la estrategia de la compañía. Según la demanda, para Purdue fueron más importantes las ganancias que consiguió con la venta de opiáceos que las personas. El estado también dijo que Purdue violó un acuerdo de 2007 al no formar un programa adecuado de detección de abuso y desviación.
Por su parte, en declaraciones a FiercePharma, un portavoz de la compañía ha dicho que está "decepcionado" de que "en medio de negociaciones de buena fe con muchos estados, Tennessee haya decidido llevar a cabo un proceso de litigio prolongado y costoso".
La compañía ha negado las acusaciones y ha apuntado que es "inapropiado que el estado sustituya su juicio por el criterio de los expertos en regulación, científicos y médicos de la FDA". Ante el creciente escrutinio legal, Purdue dejó de comercializar opiáceos este año y despidió a unos 350 empleados.