El estrés y la ansiedad, dos enemigos de los opositores MIR

Antonio Cano, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, explica en ConSalud.es cómo los futuros aspirantes pueden trabajar sus emociones.

Antonio Cano, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Antonio Cano, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Eva Martínez
16 septiembre 2018 | 00:00 h

El próximo 2 de febrero se celebrará el examen MIR correspondiente con la convocatoria 2018-2019 de formación sanitaria especializada, según confirma este viernes el Boletín Oficial del Estado (BOE). Durante la preparación de la prueba, tanto el estudio como el control de la emociones son importantes ya que la dificultad de conseguir una plaza genera estrés y ansiedad que pueden ser contraproducente.

Así lo indica a ConSalud.es Antonio Cano, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, quien da algunas pautas para gestionar mejor todo el proceso. “Los candidatos que optan a estas plazas suelen ser en general personas con un expediente académico brillante, por lo que son perfeccionistas en su forma de ser, una cualidad que está relacionada con un mayor nivel de estrés”, detalla Cano.

En este sentido, este psicólogo destaca que los MIR se encuentran en “una situación vital tanto personal como profesionalmente a la que es difícil restarle importancia, lo que conlleva a desarrollar altos niveles de ansiedad”. Y es que el hecho de que la oferta sea mucho menor que el número de plazas, dificulta que los médicos puedan completar su formación como especialistas, denuncia compartida tanto por estudiantes como por sindicatos.

Cano aconseja normalizar la situación e intentar centrarse en el estudio sin especular sobre los futuros resultados

Precisamente, el cupo para el MIR 2019 es de 6.797 vacantes, una cifra que choca con los 15.450 opositores que podrían presentarse a la prueba según las primeras estimaciones del Ministerio de Sanidad.

Para  Cano, este contexto lleva a los aspirantes a dimensionar la importancia de la prueba, para quienes aconseja relativizar la situación porque “una ansiedad en niveles bajos o moderados puede ser productiva, pero si alcanza valores más elevados influye de forma negativa en la memoria y la atención”.

En estos casos recomienda trabajar la ansiedad normalizando la situación e intentando focalizarse en la preparación del MIR. “Para que me pueda salir bien, tengo que centrarme en la terea que estoy haciendo: estudiar, hacer resúmenes o asistir a clases pero sin anticiparse a un posible resultado catastrófico porque me puede bloquear”, sugiere Cano.

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