Marta López Álamo tiene déficit de ácido fólico y vitamina B12, ¿cómo puede repercutir en su piel?

La modelo ha revelado que sufre un desequilibrio de estas sustancias por sus problemas con la glándula tiroides

Marta López Álamo (Foto. @martalopezalamo)
Marta López Álamo (Foto. @martalopezalamo)
Verónica Serrano
8 noviembre 2023 | 15:00 h

Los análisis de sangre son esos chequeos rutinarios a los que no podemos faltar para saber si está todo en orden. Gracias a ellos, podemos anticiparnos a la aparición de problemas de salud, atendiendo a si hay unos niveles excesivos o deficientes de determinadas sustancias en nuestra sangre. Con los resultados, el médico valorará nuestra situación y, en caso necesario, nos recetará los fármacos y suplementos que nos faltan para reequilibrar sus niveles en nuestro organismo.

Marta López Álamo sabe que la salud es lo primero. Desde hace algunos meses, arrastra problemas con la tiroides y no se pierde ninguna cita con el médico para saber cómo evoluciona su cuerpo con los tratamientos que le van poniendo. Recientemente, ha recibido los resultados de sus análisis de sangre y, para informar a sus seguidores sobre su estado de salud, les ha explicado que tiene déficit de B12 y de ácido fólico. Para recuperar los valores, va a tomarse unos suplementos alimenticios durante un tiempo. Sin embargo, para alguien que trabaja en el mundo de la imagen, ¿cómo podría afectarle un déficit prolongado de estas vitaminas al estado de su piel?

PIEL Y VITAMINA B12

Las vitaminas del grupo B son unos poderosos antioxidantes que contribuyen a numerosas funciones en el organismo, pero también ayudan a la piel. En concreto, previenen el estrés oxidativo y favorecen la rápida regeneración de las células de los tejidos. En el caso de la vitamina B12, unos niveles óptimos contribuyen a la correcta pigmentación de la piel, como también refuerza la producción natural de colágeno, ácido hialurónico y elastina. De hecho, muchos cosméticos la incorporan por su acción despigmentante y homogeneizadora del tono.

Una buena barrera cutánea además de retener la humedad, protege frente a los patógenos y los radicales libres

Precisamente, una de las consecuencias que más se han estudiado sobre el déficit de esta vitamina en el organismo es la hiperpigmentación de la piel, es decir, la aparición de manchas más ocurras por un aumento del número de melanocitos. Esta afección se manifiesta especialmente en la zona de las extremidades, como en el dorso de las manos y pies. Además, se han descrito otras patologías asociadas a una falta de la vitamina B12, entre ellas, la reducción del grosor la epidermis (la capa más externa de la piel). Esta condición afecta directamente a la función de barrera cutánea que ejerce la piel frente al exterior.

PIEL Y ÁCIDO FÓLICO

El ácido fólico es la forma por la que conocemos a la vitamina B9, que además de ser un compuesto imprescindible durante el embarazo para el correcto funcionamiento de los órganos, juega un papel importante en la piel. En concreto, favorece el correcto funcionamiento de las células y su regeneración, por lo que es fundamental para evitar su envejecimiento prematuro. Esto se traduce en que es una sustancia muy hidratante que ayuda a mantener un correcto equilibrio hidrolipídico en la barrera cutánea.

Como vitamina correspondiente al grupo B, también funciona como un potente antioxidante, que protege a los tejidos de los radicales libres. De hecho, la presencia de ácido fólico en la piel es capaz de reducir los daños en nuestro material genético causados por el sol. Asimismo, ayuda a prevenir la hiperpigmentación y la aparición de manchas al controlar la producción de melanina, que no es otra que la sustancia que produce nuestro cuerpo para dar color a nuestra dermis.

La hiperpigmentación se produce por un aumento en la producción de melanina

Una deficiencia de ácido fólico durante un tiempo prolongado tiene consecuencias negativas para el conjunto de nuestro organismo. Pero centrándonos en nuestra piel, los síntomas más destacados son la pérdida de color y una apariencia pálida y apagada, con una mayor predisposición a la pérdida de firmeza y elasticidad por esa disminución en la capacidad de regeneración celular. Otro de los problemas asociados es la aparición de brotes de acné, puesto que un desequilibrio entre el nivel de lípidos y agua de la barrea cutánea desrregula la producción de sebo natural.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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