La piel es nuestro órgano vital, nuestra muralla, tan resistente y frágil a la vez, nos acompaña desde el primer segundo de nuestra vida y nos protege hasta último suspiro. La piel registra todas las vivencias de nuestra vida, nos alerta cuando algo no va bien, pero nos premia cuando nos respetamos y cuidamos.
La piel es el vínculo entre lo interno y lo externo, entre lo espiritual y lo material, es nuestra representación. Por ello, debemos cuidarla, ¿y qué hay mejor que la suavidad y la energía de nuestras manos para mimarla?
La piel es nuestro órgano vital, nuestra muralla, tan resistente y frágil a la vez
Yvette Pons, facialista con más de 30 años de experiencia en el sector de la estética y la salud, propietaria del Institut Yvette Pons y creadora de Sulyfth, su propia terapia manual de lifting facial, quiere compartir contigo su automasaje rejuvenecedor, que estimula los mecanismos de la piel para que luzca más radiante que nunca, al mismo tiempo que, nos calma y relaja por dentro.
El automasaje creado por Yvette Pons ha sido diseñado para realizar de 3 a 5 veces a la semana, acompañando nuestra rutina de belleza diaria.
Con él conseguiremos: mejoras funcionales como la circulación sanguínea, descontracturar la musculatura, relajar las fascias, drenar el exceso de toxinas, estimular el oxígeno y los nutrientes, y aumentar el colageno y la elástica; mejoras estéticas como la luminosidad de la piel, el contorno del óvalo facial, la elevación de los pómulos, la flacidez, las bolsas de los párpados y el doble mentón; y nos ayudará a reducir el estrés y a aumentar nuestra autoestima, porque cuando aprendemos a mimarnos, aprendemos a querernos.