Así debes cuidar los pies ante el frío y la lluvia, según los expertos

Los sabañones constituyen la patología podológica más frecuente en esta época y para combatirla hay que evitar la humedad, las fuentes de calor directa y utilizar calcetines de fibra natural.

Cuidar los pies durante los meses de invierno
Cuidar los pies durante los meses de invierno
10 enero 2018 | 22:00 h

Recién estrenado el año, el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía ha realizado varias recomendaciones para cuidar los pies en estos primeros meses de frío y lluvia donde las bajas temperaturas son un factor de riesgo para la salud de las extremidades inferiores, especialmente en las personas mayores, niños y quienes practican deportes de invierno. 

Los sabañones (lesión dérmica que se produce por una vasoconstricción prolongada y que deriva en hipoxemia e inflamación de las paredes vasculares) constituyen una de las dolencias podológicas más frecuentes en esta época invernal, además de los eccemas y la dermatitis

Las personas mayores, niños y quienes practican deportes propios de esta estación o al aire libre son los más expuestos a padecer congelaciones de los pies

Para evitar todo esto, el Colegio recomienda utilizar un calzado que permita transpirar al pie y evitar humedades, calcetín de fibra natural, no calentar los pies acercándolos demasiado a fuentes de calor porque propicia la aparición de sabañones. Para los mayores y niños es aconsejable utilizar cremas específicas que preparan la piel para las agresiones del frío y cierran las posibles grietas

Además, estas son otras de las precauciones y consejos que el colegio andaluz realiza de cara a los meses de frío y lluvia. 

1.Para no dificultar la circulación de la sangre y mantener el calor, calcetín de fibra natural, como lana o algodón, sin que apriete. Si se está mucho tiempo sentado, es aconsejable masajear los pies periódicamente o realizar ejercicios específicos con ellos con el objetivo de mantener una temperatura adecuada y mejorar la circulación. 

2. Los baños que combinan agua fría y agua tibia estimulan la circulación. Se trata de una práctica especialmente aconsejable para quienes padecen problemas circulatorios o tras realizar deportes de invierno o al aire libre.  
  
3. En el caso de los mayores y niños, que son colectivos propensos a sufrir consecuencias del frío y congelaciones de pies, es aconsejable el uso de cremas específicas que preparen la piel para las agresiones del frío, reparen las grietas y normalicen la estructura de la epidermis.

4. El alcohol y el tabaco contribuyen a una deshidratación de la epidermis que aumenta el riesgo de padecer sabañones. 

6. Quienes realizan deportes de invierno como esquí y snowboard o al aire libre como senderismo, deben utilizar calcetines finos y elaborados con materiales específicos para esta práctica. Es el modo de evitar rozaduras, ampollas y de mantener los pies secos y con una temperatura adecuada. En cuanto al calzado deportivo, en el caso de que el podólogo haya recetado plantillas a medida, deben incorporarse siempre. 

7.En cuanto al zapato, es importante que la suela sea antideslizante, ya que la humedad de las calles dificulta la marcha, propicia caídas o torceduras de los miembros inferiores; además, los pies húmedos favorecen la sensación de frío por lo que se recomienda calzado que impermeabilice.  

En este sentido, Antonio Guerrero, secretario del Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, ha explicado que "la visita periódica al podólogo, profesional sanitario especializado en el pie con la colegiación y la titulación universitaria específicas, es una pieza clave en la prevención de dolencias del pie, tanto para una revisión como en todos los casos en los que el paciente note alguna alteración o dolor en las extremidades inferiores". 

Por ello, el Colegio mantiene una estrategia de actividades encaminadas a sensibilizar a la ciudadanía sobre las funciones del podólogo y sobre la importancia de la prevención y la salud del pie, que repercute sobre el estado general del organismo.

El Colegio ha insistido "los podólogos son los únicos profesionales sanitarios especializados en el pie, que pueden diagnosticar, prescribir, tratar e intervenir por lo que poner los pies en manos de centros de estética, que en ocasiones se exceden en sus funciones, o de personas no tituladas ni capacitadas para el ejercicio reglado de la profesión es poner en riesgo la salud". 

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