Carlos III está a punto de ser coronado como monarca del Reino Unido, y a pesar de ser el máximo representante del país con toda la responsabilidad que ello conlleva, no está exento de sufrir problemas de salud. Tras la muerte de Isabel II, ha pasado a ser el foco de atención y esto ha bastado para que las cámaras detecten un problema de salud que afecta a sus manos: durante una firma protocolaria, Carlos III presentaba los dedos extremadamente hinchados.
Y es que el futuro rey sufre dactilitis, una inflamación también conocida como ‘dedo de salchicha’. Se trata de un problema inmunitario que suele aparecer con otro tipo de enfermedades, especialmente las espondiloartropatías, que son las inflamatorias crónicas. Y es que la dactilitis se presenta como un síntoma clínico de la artritis psoriásica, un tipo de artritis que provoca manchas rojas en la piel con escamas plateadas.
SÍNTOMAS Y TRATAMIENTOS
El dedo de salchicha aparece como una tumefacción de un dedo de la mano o el pie, que en algunos casos puede extenderse hasta la muñeca debido a la acumulación de líquido sinovial. Esta inflamación puede presentarse de forma aguda, en el caso de que además de la tumefacción aparezca dolor. Por el contrario, en la dactilitis subaguda no hay dolor y es de carácter crónico.
La dactilitis podría ser síntoma del desarrollo de infecciones. De hecho, puede aparecer en casos de gota o tuberculosis, entre otras enfermedades, así como a consecuencia de determinadas infecciones que provocan la hinchazón del tejido cutáneo. En cualquier caso, existen tratamientos para aliviar el dolor y hacer que baje la inflamación.
Para el diagnóstico del dedo de salchicha, el médico puede servirse de una simple exploración física, además de técnicas de imagen, como la radiografía, para confirmar. Lo más conveniente es realizar un diagnóstico precoz para prevenir cualquier tipo de lesión y mejorar el pronóstico.
La dactilitis influye en la calidad de vida del paciente, mermada por el dolor y la imposibilidad de realizar trabajos manuales
Todavía no hay estudios suficientes que nos ayuden a conocer cuáles son los daños de esta enfermedad en la estructura de las manos y los pies, pero sí hay tratamientos eficaces para tratar de combatirlo. Entre ellos, la administración de antiinflamatorios sin esteroides y el trabajo de fisioterapia para mejorar la movilidad al comienzo de los primeros síntomas. Pero si el cuadro no mejora, se recurre al tratamiento con corticoides.
La dactilitis merma la calidad de vida de la persona, ya que podría no realizar una vida normal sin poder realizar muchos de los trabajos manuales que a los que acostumbramos en nuestra vida diaria. Además, vivir con dolor durante el tiempo en que aparecen influye en el bienestar del paciente. La buena noticia es que los tratamientos son eficaces en la mayoría de los casos, aunque la inflamación podría volver a aparecer en forma de brote en casos de artritis psoriásica.