Hilos tensores, ¿alternativa o complemento al bótox?

La gran variedad de posibilidades que ofrecen los protocolos con hilos tensores hace que también surjan muchas dudas al respecto, por eso, los expertos aclaran qué son, dónde se colocan y para qué tratamientos.

Hilos tensores con efecto lifting facial
Hilos tensores con efecto lifting facial

Según Javier Rangel, director de la unidad médico-estética del Centro de Medicina Estética de la doctora Shelum, los hilos tensores son utilizados como “una técnica que posibilita un efecto duradero de rejuvenecimiento y recuperación de la tersura de la piel afectada por el paso del tiempo”.

Este centro ha hecho público un análisis sobre los aspectos más importantes de los hilos tensores, ya que se está presentando como uno de los tratamientos más populares en los últimos tiempos. No obstante, la novedad del tratamiento provoca que todavía existan muchas dudas acerca de sus indicaciones y características entre sus potenciales usuarios, por lo que los expertos responden a las preguntas más frecuentes entre los pacientes interesados por esta técnica.

¿QUÉ SON Y DÓNDE SE COLOCAN?

En primer lugar, aún hay mucha gente que duda sobre qué son exactamente los hilos y dónde se colocan durante la intervención. En efecto, los hilos tensores son filamentos que se colocan a nivel subdérmico, es decir,  por debajo de la piel con la finalidad de recolocar los tejidos grasos faciales.

¿CUÁNDO SE OBSERVAN RESULTADOS VISIBLES?

Otra de las cuestiones que remite en los interesados, es el hecho de si los efectos son realmente visibles a corto plazo o hay que dejar pasar un poco más de tiempo para observar los resultados. Y es que, los hilos tensores se colocan uno a uno, generalmente entrelazados en forma de una malla que favorece la producción de colágeno, por lo que los efectos son visibles de manera relativamente rápida, gracias al material con el que están hechos los hilos.

¿SÓLO PARA TRATAMIENTO FACIAL?

Por otro lado, muchas personas también se preguntan si los hilos se usan solamente para reafirmar el rostro, o también son útiles para tratamientos corporales. Efectivamente, se pueden usar tanto en cara como en el cuerpo, en partes tales como el abdomen, brazos, piernas, glúteos e incluso cuello.

¿ÉS UNA INTERVENCIÓN PELIGROSA?

La colocación de los filamentos se realiza a través de una intervención mínimamente invasiva, en consulta ordinaria y con anestesia tópica o local en el caso de pacientes con un techo de dolor bajo. Además, el material que se emplea para los hilos está completamente testado, y permite que el cuerpo termine por absorberlos.

¿EXISTEN POSIBLES COMPLICACIONES O EFECTOS SECUNDARIOS?

Uno de los grandes miedos antes de someterse al tratamiento de hilos son las posibles complicaciones o efectos secundarios que estos pueden suponer. En realidad, los efectos secundarios y posibles complicaciones son mínimos. En algún caso, se puede producir un pequeño proceso inflamatorio que se controla con la aplicación de frío o antiinflamatorios orales. En otras ocasiones, también se pueden producir hematomas, que por lo general se pueden prevenir evitando los antiagregantes plaquetarios.

¿SE PUEDE CONBINAR CON OTROS TRATAMIENTOS ESTÉTICOS?

Una de las dudas más comunes es si los hilos son compatibles con el bótox u otros tratamientos. El bótox solo puede ser utilizado en el tercio facial superior, mientras que los hilos pueden aplicarse en todo el rostro, por lo que pueden considerarse tratamientos complementarios.

En caso de que busquemos levantar las cejas, se suele aplicar la toxina botulínica, y posteriormente colocar los hilos. Del mismo modo, los hilos se pueden combinar con tratamientos de relleno o inductores de colágeno. El único tratamiento no compatible con los hilos, es el relleno permanente, ya que estos no se pueden colocar en zona tratada con productos como puede ser la silicona, que imposibilita la reabsorción.

¿CUÁNTO DURA EL TRATAMIENTO?

La duración es relativa. Mientras que el efecto tensor es inmediato, la producción de colágenos no tiene lugar hasta la sexta semana tras la intervención. Así que los efectos definitivos del tratamiento, pueden verse al cabo de unos dos meses. Este resultado permanecerá en la cara y cuerpo del paciente aproximadamente 18 meses, transcurridos los cuales el tratamiento podrá volver a repetirse.

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