La temperatura con la que lavas tu zona íntima si importa. De hecho, la temperatura del agua con el que lavas tus genitales puede estar detrás de muchas afecciones. Esto se debe a que los grados del agua son capaces de alterar el pH vaginal afectando a la flora íntima y dando lugar a las tan temidas infecciones.
Junto a Chilly, la Dra. Belén Gómez, ginecóloga del Hospital Infanta Leonor, recomienda usar agua templada o tirando a fría. Detrás de este consejo, Gómez explica que así se altera lo menos posible al pH vaginal, puesto que la zona vulvovaginal es una de las zonas con mayor sensibilidad de nuestro cuerpo. De la misma manera, tiende a irritarse o trastornarse con mayor facilidad.
Las mucosas suelen estar mucho más expuestas, y la vagina es una mucosa que, salvo su parte externa, no está protegida por la piel. Esto posiciona la vagina en como una de las zonas con más riesgo a sufrir infecciones.
Esta es la principal razón por la que nos conviene cuidar de nuestra flora y ecosistema vaginal, para que los gérmenes exógenos no tengan la oportunidad de crecer. La Dra. Gómez aporta otros cinco consejos para evitar dañar el microbioma vaginal:
DE ADELANTE A ATRÁS
Los movimientos durante la ducha importan, y mucho. Para limpiar la zona correctamente debemos centrarnos en realizarlo de adelante hacia atrás, o de lo contrario estaremos arrastrando gérmenes de la zona anal que pueden dar lugar a infecciones. De igual manera, también conviene evitarlo a la hora de secarse. Es importante asegurarse de que la zona está totalmente seca y hacerlo con una toalla limpia.
NO USAR ESPONJAS
Las esponjas pueden contener bacterias y esto favorece la alteración de la microbiota, es mejor no usarlas. Es un área muy sensible, por lo que tampoco se debe frotar bruscamente.
La vagina es una de las zonas con más riesgo a sufrir infecciones
EXCESO EN LIMPIEZA
No excederse con los lavados vaginales es otra forma de mantener equilibrada la flora. Puesto que un exceso de limpieza puede traer irritación, picores y molestias. Solo se debe lavar la zona una vez al día, salvo en algunas situaciones como después de mantener relaciones sexuales o hacer deporte.
NADA DE DUCHAS VAGINALES
El pH de la vagina puede variar entre un 3,5 y un 5 mientras que el del agua es de 7. Introducir agua a presión es muy perjudicial ya que el pH del agua es mucho más neutro que el de la vagina en condiciones normales.
GEL ESPECÍFICO EN LA ZONA ÍNTIMA
Usar un gel que este diseñado para la zona íntima puede ayudar a mantener la flora en condiciones óptimas. Un pH más ácido es lo que la vagina necesita para proteger el ecosistema vaginal. “No debemos usar desodorantes ni geles de ducha normales”, apunta la Dra. Gómez. Los geles de higiene íntima contienen agentes más suaves –que los geles normales- y están testados bajo control ginecológico.
PRODUCTO RECOMENDADO
La gama de Chilly apuesta por geles para el cuidado de la higiene íntima. Concretamente, Chilly Delicado tiene un pH de 5 y ácido láctico que respetan la fisiología natural de la mucosa. Además, entre sus formulaciones se encuentran otros agentes calmantes como el aloe vera y el hamamelis, unas plantas conocidas por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes.