Piel atópica, ¿qué es y cómo cuidarla?

Una piel atópica tiene alterada la función barrera, por eso no puede retener el agua y se reseca dando lugar a los picores y las irritaciones.

Piel atópica (Foto. Estetic)
Piel atópica (Foto. Estetic)
Estetic
16 febrero 2021 | 22:00 h
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Una piel atópica tiene alterada la función barrera, por eso no puede retener el agua y se reseca dando lugar a los picores y las irritaciones, principales síntomas de este problema dermatológico, que tiene un componente genético. Las personas que tienen piel atópica sufren brotes ante estímulos externos como jabones agresivos, perfumes, el cloro de la piscina, ciertos tejidos, pero también por casusas internas como el estrés. En los casos más graves pueden padecer lesiones como eccemas, costras por el rascado constante...

Las zonas del cuerpo donde se manifiesta la atopía de forma más habitual es en el rostro, en concreto en las mejillas, los párpados o los labios, también en el cuello, en las manos y en los pliegues de la piel.

Una piel atópica tiene alterada la función barrera, por eso no puede retener el agua y se reseca dando lugar a los picores y las irritaciones

¿Cómo tratar una piel atópica? La farmacéutica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia y experta en dermofarmacia, señala que es una enfermedad crónica, pero se pueden mejorar sus síntomas y evitar las lesiones. Para ello, es esencial elegir productos específicos para piel atópica y piel sensible para la limpieza y la hidratación.

La limpieza, tanto facial, como corporal, siempre la haremos con cosmética que no irrite. Se aconseja utilizar para el rostro aceites y para el cuerpo texturas oleosas. Además, conviene reducir el contacto con el agua, sobre todo, cuando hay un brote activo. No se pueden usar exfoliantes, ni esponjas para frotar la piel. Tanto el lavado como el secado tienen que ser muy suaves y sin friccionar la piel.

La hidratación es el segundo paso fundamental para las pieles atópicas, usando lociones hidratantes y emolientes que ayudan a retener la humedad. Cuanto más seca esté la piel, más picores e irritaciones sufrirá, así que el objetivo en estas pieles es hidratar a menudo para evitar la sequedad.

En caso de brote, hay que aplicar las pomadas recomendadas por el dermatólogo. Se evitarán activos que puedan provocar irritación como alfa hidroxiácidos o retinoides.

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