El envejecimiento está producido por la exposición a factores ambientales que suelen agredir a diario en los que destaca la exposición al sol, sin olvidar la contaminación o el tabaco. Los factores externos e internos producen estrés oxidativo en la piel, una reacción química que agrede a todas las estructuras cutáneas, produciendo arrugas, pérdida de firmeza, manchas, o daños mayores que pueden derivar en un cáncer de piel.
La mejor forma de detener estas agresiones, es utilizando antioxidantes, que son moléculas que neutralizan el estrés oxidativo. La dermatóloga Dra. María Rogel Vence explica otros tres importantes beneficios que tienen sobre la piel: su rol en la densidad cutánea, su acción coadyuvante en los tratamientos contra el melasma y su papel reductor de la inflamación crónica de la piel.
3 RAZONES QUE POSIBLEMENTE NO CONOCÍAS
1. Ralentizan el adelgazamiento de la dermis
El envejecimiento intrínseco provoca una atrofia de la piel causada por el adelgazamiento de la dermis. Esto se debe sobre todo a la disminución en el contenido de colágeno (junto a otros elementos dérmicos), causada en gran parte por la reducción de los niveles de superóxido dismutasa (SOD) asociada a la edad. Los antioxidantes tópicos, especialmente la vitamina C, tienen un impacto positivo al frenar esa reducción de superóxido dismutasa, lo que se traduce en una reducción de la degradación del colágeno y, con ello, de la consiguiente pérdida de densidad del tejido.
2. Ayudan a controlar el melasma (no lo elimina)
La radiación ultravioleta supone una agresión cutánea que desata una reacción inflamatoria que incrementa la producción de melanina. En el caso de las personas con melasma se ha demostrado que además esa melanogénesis aumenta debido a la oxidación de la dopaquinona. Los antioxidantes reducen los niveles de dopaquinona, procesos que, aunque no eliminan el melasma, sí ayudan a atenuarlo y a reducir la inflamación subyacente. En el caso de la vitamina C, se une el hecho de que ésta inhibe la tirosina, mecanismo adicional para controlar el aumento del melasma.
3. Pueden aliviar algunas dermatitis
Según un estudio, muchos trastornos inflamatorios provocan un desequilibrio en las acciones redox, que suponen una gran presión sobre los mecanismos antioxidantes propios del organismo, reduciendo su capacidad: el exceso de especies reactivas de oxígeno que se producen empeora la reparación de la dermis y epidermis. La aplicación de antioxidantes tópicos, y su ingesta mediante una dieta rica en ellos, mejora los procesos de recuperación cutáneos.
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