¿Es la dieta del Potito segura para los adultos? Descubre sus riesgos y peligros para la salud

Adelgazar rápidamente con la dieta del potito es efectivo a corto plazo, pero tiene una serie de riesgos y peligros para la salud a largo plazo. Entérate cómo puede afectar al bienestar de un adulto.

Papillas de frutas y verduras para bebés (Foto. Freepik)
Papillas de frutas y verduras para bebés (Foto. Freepik)
Laura Ortega
22 marzo 2024 | 11:00 h

Con la llegada del calor, la meta de muchos es poder lucir cuerpazo este verano. Perder los kilos de más en el menor tiempo posible y evitar el efecto rebote es el deseo de todos los que se suman a las dietas milagro.

Ante ello, la entrenadora estadounidense Tracy Anderson ha compartido un truco para que los números de la báscula desciendan antes de la época estival. Sin embargo, esta tendencia que la entrenadora ha viralizado tiene más peligros que beneficios. Es la llamada Dieta del Potito, un régimen que se ha instalado en las casas de muchas celebrities como Jennifer Aniston o Gwyneth Paltrow.

¿EN QUÉ CONSISTE LA DIETA DEL POTITO?

También conocida como “Baby food diet”, trata de poner en marcha una alimentación a base de los tarros de papilla para bebés, o potitos. Este régimen tiene el objetivo de perder peso rápidamente y consiste en consumir 14 potitos diarios de verduras, frutas y cereales o avena.

La dieta solo se puede romper en la hora de la cena, cuando está permitido comer pequeñas cantidades de proteína y verdura sólidas. De esta manera, según la entrenadora, la dieta de la papilla supone la clave para bajar de peso deprisa  gracias a su reducido contenido calórico. Esto permite a los seguidores adelgazar y sentirse saciados todo el día sin consumir demasiadas calorías.

Sin embargo, limitarse a esta dieta implica varios riesgos para la salud de los adultos.

RIESGOS PARA LA SALUD

Muchos nutricionistas advierten de los peligros de esta práctica y aseguran que sustituir una alimentación sólida por estas papillas perjudica nuestro equilibrio nutricional debido a la mínima ingesta calórica. La composición nutricional de estas papillas está diseñada para las necesidades dietéticas de los bebés, no para los adultos. Por eso, un adulto medio no obtendrá las calorías necesarias si se alimenta a base de esta dieta. Un riesgo que resulta en un déficit nutricional.

El potito de pollo es de los más populares debido a su alto contenido en proteínas, puede contener aproximadamente entre 80 y 100 calorías por tarrito. Tiene un nivel bajo en proteínas, uno de los nutrientes esenciales para fortalecer músculos y el correcto funcionamiento del organismo adulto. Además, la ausencia de fibra en estas formulas puede que no alivie el hambre y derive en atracones. Esto provoca una pérdida del músculo y el efecto contrario.

Basar nuestra alimentación en potitos nos puede causar un déficit nutricional y efecto rebote

Limitar nuestra alimentación a los potitos puede tener una serie de inconvenientes a largo plazo. No en vano, su alto contenido de azúcares puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes. Un tarro de papilla para niños contiene alrededor de 10 a 20 gramos de azúcar de media.

Por otro lado, acostumbrar al cuerpo a una ingesta baja de calorías favorece a la ralentización del metabolismo y complica la pérdida de peso a la larga. Esto posiciona a la dieta del potito como un método efectivo a corto plazo, aunque  aumenta el riesgo de sufrir el efecto rebote, recuperando todo el peso anterior, e incluso, ganando kilos adicionales.

Es una dieta que fomenta la mala relación con la comida: Nos acostumbramos a un alimento poco saciante y dejamos de comer conscientemente al tener como único objetivo la pérdida de peso. Por eso, no es recomendable basar nuestra alimentación únicamente en potitos.

¿CÓMO DEBE SER UNA COMIDA PARA BAJAR DE PESO?

Mejor, optar por una alternativa saludable si queremos perder peso, la clave es llevar una alimentación variada y rica en ingredientes sanos junto con un estilo de vida activo para que los resultados perduren en el futuro.

Apostar por la dieta mediterránea es una forma sana de saciar el hambre sin experimentar hinchazón ni antojos. Un plato de comida para perder peso debe contener una porción de proteína magra, como el pollo o pescado, una guarnición de carbohidratos complejos como la patata o el arroz integral y abundancia en vegetales frescos.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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