Ismael Galancho: “No hay que regular la insulina, ella se regula sola con un buen estilo de vida”

El autor del libro “Equilibra tu glucosa” habla con Estetic.es para explicar por qué un estilo de vida activo influye en nuestra glucosa.

Ismael Galancho (Foto. Cedida a Estetic)
Ismael Galancho (Foto. Cedida a Estetic)
Laura Ortega
2 abril 2024 | 10:00 h

La glucosa o azúcar en sangre es la principal fuente de energía para nuestro cuerpo y la obtenemos a través de los alimentos que ingerimos. Nuestro organismo se encarga de descomponer la comida en glucosa para que viaje a través del torrente sanguíneo y el páncreas pueda liberar insulina que es la hormona encargada de introducir la glucosa a las células y sea utilizada como energía.

Ismael Galancho, autor de “Equilibra tu glucosa” y nutricionista nos cuenta algunas de las claves de su libro, donde nos explica la importancia de regular la glucosa y llevar un estilo de vida activo de cara a nuestra salud metabólica y mantener muchas enfermedades a raya como la diabetes.

ODIO HACIA LOS CARBOHIDRATOSY AZÚCARES 

Libro "Equilibra tu glucosa" de Ismael Galancho (Foto. Grijalbo)

“Si no gastamos las calorías que ingerimos -provengan de carbohidratos, grasas o proteínas- engordamos”, explica Ismael. Actualmente, vivimos en una sociedad en la cual comemos más de lo que gastamos, un efecto que tiene mucho que ver con el aumento del sedentarismo. Y es que, Galancho insiste en la importancia del balance energético: comer y gastar energía de manera equilibrada. Este es el determinante más importante cuando hablamos del peso corporal.

Ismael señala en su libro, el caso de los carbohidratos, existe un miedo generalizado hacia ellos: “Hay mucho miedo a que se conviertan en grasa, cuando la cantidad ingerida para que esto ocurra debe ser muy alta”. Cuando esto ocurre es porque consumimos más calorías de las que gastamos y no hacemos ejercicio. Los carbohidratos son esenciales para el organismo: Cada vez que nos movemos, nuestros músculos consumen la glucosa de los alimentos que consumimos, por esta razón hay que quemarlos.

Además, el autor destaca la calidad de los alimentos también influye, el sobreconsumo de productos ultraprocesados tiende a tener un alto contenido en grasas y azúcares nada saludables.

“Hemos culpado solamente al azúcar del daño que han hecho la opulencia y el sedentarismo”

Por otro lado, la ingesta de azúcares debe ser ajustada a cada contexto. Un exceso de azúcares refinados tiene consecuencias perjudiciales para la salud, aumenta drásticamente y de manera constante la glucosa e insulina en sangre.

Tal y como nos explica Ismael, a largo plazo, en una persona sedentaria: “Sus depósitos de glucógeno, el almacén donde nuestro cuerpo guarda la glucosa, estarán siempre llenos”. Mientras que en personas activas: “Un deportista que continuamente está vaciando las reservas de glucógeno al hacer ejercicio, podrá tolerar la ingesta de azúcares en mayor medida e incluso beneficiarse de ellos para mejorar su rendimiento”.

En el caso de las proteínas, Galancho subraya que: “Las proteínas y las grasas no producen picos muy elevados de glucosa en sangre pero si la mantienen alta por más tiempo”.

RESISTENCIA A LA INSULINA

Cuando hay un mal funcionamiento de la insulina se denomina “resistencia a la insulina”. Un término muy popular en los últimos meses. Esto surge cuando nuestros niveles de glucosa en sangre están constantemente elevados y no vaciamos los depósitos de glucógeno por no hacer ejercicio.  

El exceso de ingesta energética es lo que provoca que la glucosa en sangre permanezca elevada, resultando en la acumulación de grasa corporal. Es un fenómeno que crece al alza entre la población, hoy en día tenemos más resistencia a la insulina por el cambio de estilo de vida: “Ahora somos más sedentarios que antes, comemos por encima de nuestras posibilidades fisiológicas y además sufrimos más estrés crónico y dormimos menos, lo cual también aumenta la resistencia a la insulina”.

No obstante, Galancho destaca que “el problema son los niveles elevados de glucosa en sangre de manera crónica, no de forma aguda como ocurre cuando comemos carbohidratos. Esa respuesta aguda de elevación de glucosa en sangre es fisiológica, cuando esta permanece elevada durante mucho tiempo si es patológico”.

“Los picos de glucosa no son malos, son fisiológicos, deben de ocurrir cuando comemos”

Que los picos de glucosa tengan lugar, es algo normal tras cada ingesta de comida. Una idea que Ismael ejemplifica con el deporte: “Pensar que son malos en sí mismos es como pensar que el ejercicio es malo porque se eleva la frecuencia cardiaca cuando lo hacemos”. Y es que, lo realmente perjudicial es cuando son exagerados, constantes y tardan mucho en volver a sus niveles basales.

Ante ello, el experto revela cómo evitar que esto ocurra: hacer ejercicio, una dieta saludable o mantener una buena composición corporal son las bases de la salud y de la insulina. Como Ismael recalca: “No hay que regular la insulina, ella se regula sola si tenemos un buen estilo de vida”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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