Adolescencia sana: guía para el cuidado ginecológico

La salud ginecológica, en la adolescencia, es un aspecto fundamental del bienestar general, y la educación y la prevención desempeñan un papel crucial en la promoción de una vida saludable

Salud ginecológica (FOTO: Freepik)
Salud ginecológica (FOTO: Freepik)
14 noviembre 2023 | 10:00 h
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Tener una buena salud ginecológica es fundamental para la salud general de la mujer, para prevenir y detectar a tiempo enfermedades ginecológicas. Comenzar por una buena educación sexual es un paso fundamental para el mantenimiento de nuestra salud, y todavía lo es más si se habla de adolescentes. Desde Estetic.es, abordamos los temas principales, y el cómo prevenirlos y abordarlos de la manera más eficaz.

La salud sexual consiste en el bienestar, y no meramente en la ausencia de enfermedad. Uno de los temas cruciales es el Virus del Papiloma Humano (VPH). Esta es una infección de transmisión sexual extremadamente dominante ya que afecta hasta al 80% de los adultos sexualmente activos, en algún momento de sus vidas. Generalmente, el sistema inmunitario elimina el VPH por sí solo, pero existen excepciones en las que la infección puede mantenerse y causar cambios precancerosos en el cuello uterino.

La vacuna contra el VPH es de los mecanismo más efectivos para prevenir el cáncer de cuello de útero y otros cánceres relacionados con este virus como: vagina, vulva, pene y ano. Además, de las cepas del VPH que causan verrugas genitales. El uso de esta vacuna ha reducido significativamente las tasas de cáncer.

Se ha demostrado que su eficacia aumenta cuando es administrada antes de que la persona esté expuesta al virus. Por ello, se recomienda la pauta de vacunación entre los 9 y 14 años, tanto para niñas como para niños. A su vez, llevar hábitos de vida saludables y hacer ejercicio ayuda a que, en un futuro, se reduzca el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades. 

VPH, de las principales enfermedades de transmisión sexual y la mejor forma para cuides es con su respectiva vacuna, la cuál se aconseja su administración entre los 9 y 14 años

La menstruación es otro de los temas y en ocasiones, el más tabú de todos. Si una adolescente tiene 15 años y aún no ha empezado a menstruar es recomendable que se someta a una evaluación más exhaustiva. Por lo tanto, se recomienda hablar sobre los ciclos menstruales y el desarrollo durante las visitas de control. Al mismo tiempo, es fundamental que las adolescentes no falten a las visitas anuales de control pediátrico o al médico de familia. En dichas consultas, se pueden abordar preocupaciones y problemas de salud, incluyendo los cambios de humor y los problemas para dormir que son comunes en la edad.

A partir de los 15 o 16 años, se puede valorar la posibilidad de llevar a la adolescente al ginecólogo. Esta visita tiene como objetivo dar información educativa y orientación sobre la salud reproductiva. El ginecólogo revisará el historial menstrual, el desarrollo puberal y las opciones de control de la natalidad, y hablará sobre la importancia del sexo seguro. En muchos casos, en la primera visita, no es necesario realizar un examen pélvico, a menos que haya una preocupación específica que deba tratarse.

Mantener una comunicación abierta y confiable con las adolescentes es crucial para contribuir en la confianza con la que aborden estos temas. Al hacerlo, cooperamos significativamente en su bienestar y les proporcionamos las herramientas necesarias para tomar decisiones sobre su salud ginecológica en un futuro.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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