Una dieta healthy y ejercicio regular suele ser la receta común para lograr un físico delgado y tonificado. Sin embargo, a pesar de que en cualquier caso estos dos factores son esenciales para la salud y el bienestar, muchas personas no logran deshacerse de la grasa localizada recurriendo al remedio general.

En este sentido, la cirugía estética ofrece distintos procedimientos para ayudarnos a lograr nuestras metas estéticas… Mientras que la liposucción sigue siendo el tratamiento quirúrgico por excelencia para eliminar la grasa subcutánea, las opciones de tratamiento no quirúrgico, como la criolipolisis o CoolSculpting, siguen ganando terreno entre los pacientes que buscan medidas menos invasivas.

Si bien tanto la liposucción y CoolSculpting han demostrado ser eficaces en la reducción del tejido adiposo y la mejora del contorno del cuerpo, estos dos procedimientos cosméticos son, de hecho, muy diferentes.

La liposucción es uno de los procedimientos más comunes dentro de la cirugía estética. Concretamente, en el año 2016 ocupó la segunda posición en cuanto a número de cirugías realizadas. El proceso consiste en hacer una o más incisiones en áreas específicas con exceso de grasa. Después se inserta una cánula de succión en la incisión para ir absorbiendo la grasa del abdomen, cintura, espalda,  caderas,  glúteos, muslos, rodillas, brazos, mentón o cuello.

Los pacientes que se someten a un método mínimamente invasivo deben esperar una mejoría de leve a moderada, en cambio, la liposucción consigue resultados más dramáticos

En cambio, el CoolSculpting es un dispositivo que utiliza un aplicador de vacío para proporcionar un enfriamiento controlado en la superficie de la piel. De esta manera, al exponer las células grasas a una temperatura crítica, esto induce a la cristalización y a la muerte celular de la grasa. Actualmente, el procedimiento está indicado para la zona del doble mentón, muslos, abdomen y flancos.

En este contexto, los pacientes que se someten a este método mínimamente invasivo deben esperar una mejoría de leve a moderada en el área tratada. En cambio, si el área con grasa es más grande y esperan un resultado más dramático en el contorno corporal, la liposucción podría ser la opción más adecuada.

Eso sí, el proceso de recuperación de CoolSculpting es más rápida y cuenta con un mínimo malestar asociado y un bajo riesgo de complicaciones. No obstante, tras la cirugía de liposucción, los pacientes necesitan una semana de reposo y pueden sufrir hinchazón, moratones y entumecimiento durante unas semanas. De todas formas, es importante señalar que la recuperación depende de la cantidad de grasa eliminada y del número de áreas tratadas.