¿Cómo usar la máquina CPAP para tratar la apnea del sueño?

Es un compresor de aire que produce una presión positiva y constante, lo que permite mantener abierta la vía aérea.

Hombre con mascara CPAP (Foto. Freepik)
Hombre con mascara CPAP (Foto. Freepik)
CS
30 septiembre 2021 | 16:00 h
Archivado en:

La apnea del sueño es una enfermedad en la que el paciente deja de respirar durante, al menos, 10 segundos de manera repetida a lo largo de la noche. Es lo que se conoce como paradas respiratorias y en ocasiones pueden durar incluso dos minutos.

''Los síntomas de la apnea se detectan durante la noche: despertarse con sensación de ahogo, visitas frecuentes al baño, dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche, múltiples despertares'', según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

''El tratamiento no es curativo. Hay que seguirlo mientras se padece la enfermedad. Existen varios tipos de tratamiento según la gravedad. Las principales alternativas son la pérdida de peso, no fumar, dormir las horas necesarias, dormir de lado y hacer ejercicio físico'', añaden desde Separ.

La apnea del sueño es una enfermedad en la que el paciente deja de respirar durante, al menos, 10 segundos de manera repetida a lo largo de la noche

En este sentido, el tratamiento habitual es la CPAP, ''un compresor de aire que produce una presión positiva y constante, lo que permite mantener abierta la vía aérea. Se utiliza durante el sueño y suele ser muy eficaz incluso desde la primera noche de uso'', explica el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

''La intensidad de presión es diferente para cada persona, y debe ajustarse de forma individualizada para cada paciente. Todas las máquinas poseen la opción de tener rampa, lo que permite que se empiece con una presión más baja y por tanto más cómoda, y que vaya aumentando gradualmente en un tiempo determinado, que normalmente es de 10 minutos, hasta llegar a la presión fijada'', subrayan desde Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

''El aire que el paciente va a respirar, saldrá a través de una mascarilla que se ajusta sobre la nariz, dejando habitualmente libre la boca. Debe quedar perfectamente colocada en la cara, evitando que haya fugas de aire, esto se realiza mediante un arnés de cinta elástica que se ajusta bien a la cabeza. La mascarilla está unida a la máquina a través de una tubuladura (tubo largo y ancho) que debe colocarse de forma adecuada'', comentan.

''Su aplicación ha demostrado ser eficaz para suprimir las paradas respiratorias, la disminución del oxígeno y los ronquidos, mejorar calidad del sueño, la somnolencia diurna, además de reducir riesgo de accidentes de tráfico y laborales, complicaciones cardiovasculares y la mortalidad relacionada con la apnea'', especifica la Separ.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído