Cuando estamos pasando un periodo de resfriado o gripe, es muy común que nuestro médico de cabecera nos recomiende realizarnos lavados nasales para evitar la congestión de la nariz. Es en ese momento cuando nos empiezan a surgir las dudas sobre cómo debemos realizarlos.
Desde el blog de Saber Vivir, nos explican como se tienen que realizar para evitar la congestión que nos impide respirar bien.
Inclina la cabeza hacia delante levemente y, a la vez, hacia el lado contrario al de la fosa nasal al que vayas a introducir el líquido.
Respira por la boca relajadamente, así estarás más cómodo.
Vierte la solución en el orificio nasal presionando el dispositivo, el líquido debe salir por la fosa nasal contraria. Si notas que la solución se dirige hacia la garganta o a los oídos, cambiar la inclinación de la cabeza para que salga por el orificio nasal opuesto.
Inclina la cabeza hacia el lado contrario y repite la operación en la otra fosa.
Cuando termines, suénate suavemente, primero de un lado y luego del otro, para retirar el resto de producto y la mucosidad acumulada.
Tienes que saber que este tipo de lavados se deben realizar con productos específicos. Se peuden hacer con suero salino o con agua de mar.
¿CUÁNDO ES EL MOMENTO ADECUADO?
Se pueden realizar siempre que se quiera, pero lo recomendable es hacerlo cuando se note que la nariz esta empezando a estar congestionada o cuando se vaya a tomar algún medicamento que se tenga que administrar por la nariz, por ejemplo los aerosoles.