Hipocondría: síntomas y tratamiento

La principal característica de la hipocondría es la preocupación y el miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal u otro signo que aparezca en el cuerpo.

Hipocondría, síntomas y tratamiento
8 noviembre 2021 | 14:00 h
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La hipocondría es una enfermedad por la que el paciente cree -de forma infundada- que padece alguna enfermedad grave. Según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), el origen del término hace referencia a una región anatómica, el hipocondrio, situada bajo las costillas y el apófisis xifoides (la punta) del esternón, donde, se creía que se acumulaban los vapores causantes de este mal. La hipocondría es, en esencia, una actitud que el individuo adopta ante la enfermedad.

La persona hipocondríaca se somete constantemente a un autoanálisis minucioso y preocupado, incluso obsesivo, de las funciones fisiológicas básicas, y piensa en ellas como una fuente de segura enfermedad biológica. Es el temor constante de tener una enfermedad grave, aun cuando los médicos le han dicho que no es así. Debido a que usted está muy ansioso por su salud, es posible que consulte a varios médicos. Cuando los médicos le informen que no tiene ningún problema serio de salud, es posible que usted no les crea. La hipocondriasis puede hacer que usted se sienta muy frustrado y deprimido.

La principal característica de la hipocondría es la preocupación y el miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal            

La característica esencial de la hipocondría es la preocupación y el miedo o la convicción de padecer una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal o de casi cualquier otro signo que aparezca en el cuerpo. Puede ocurrir, por ejemplo, con lunares, con pequeñas heridas, con la tos, incluso con los latidos mismos del corazón, con movimientos involuntarios o con sensaciones físicas no muy claras. Aunque el médico le asegure que no presenta enfermedad alguna, el hipocondríaco solamente se queda tranquilo durante un momento, pero su preocupación por lo general vuelve de nuevo.

La interpretación catastrófica, por parte del individuo, de los signos corporales más ínfimos es el mecanismo que desencadena la hipocondría. No se sabe la causa exacta pero algunas de las razones podrían ser porque algún ser querido tuvo una enfermedad seria en el pasado, unos padres sobreprotectores, ansiedad o depresión, o la muerte de un ser querido.

¿EXISTE TRATAMIENTO?

Las personas hipocondríacas viven su salud o la creencia de la ausencia de ella con mucha ansiedad, escasa autoestima y bajo estado de ánimo, por lo que para poder trabajar el problema muchos psiquiatras intentan estabilizarlos inicialmente con fármacos ansiolíticos y antidepresivos, especialmente inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), como son la fluoxetina, la paroxetina o el citalopram.

El tratamiento de fondo de la hipocondría se basará en la psicoterapia cognitiva conductual llevada a cabo por un terapeuta profesional. A través de diversas técnicas, se busca que el paciente haga frente a sus miedos y pierda el pavor a la enfermedad y a las reacciones de su cuerpo y las atribuciones que de ellas hace. Se intentará que no acuda asiduamente a consultas médicas, no hable siempre de salud ni de enfermedad, no se observe con tanta precisión y obsesión y sea capaz de aceptar el hecho de poder enfermar como algo normal y no de proporciones catastróficas.

Para el éxito de este tratamiento, que es a largo plazo, es esencial el entorno social quien sufre este trastorno, de manera que familiares y amigos entiendan que el realmente padece una enfermedad (distinta a las dolencias imaginarias que cree o teme padecer) que es un trastorno psiquiátrico que condiciona y limita su vida en muchos aspectos.

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