¿Qué es el pie plano y cómo se puede corregir?

El pie plano es la ausencia o disminución del arco presente en la planta del pie cuando este se encuentra apoyado en el suelo.

Pies (Foto. Freepik)
Pies (Foto. Freepik)
Patricia Merino - Redactora
22 octubre 2021 | 14:00 h

El pie plano es la ausencia o disminución del arco presente en la planta del pie cuando este se encuentra apoyado en el suelo. ''Se asocia a una deformidad llamada valgo de talón que consiste en una inclinación hacia dentro del tobillo y colocación del talón hacia fuera'', señala la Asociación Española de Pediatría.

La mayoría de las personas no presentan síntomas asociados a esta patología, sin embargo, se puede experimentar dolor de pie, sobre todo en el talón o en la zona del arco que puede empeorar con la actividad.

''El pie plano es normal en bebés y niños pequeños, ya que el arco del pie todavía no se ha desarrollado. En la mayoría de las personas, el arco se desarrolla durante la infancia, pero en otras, el arco nunca se forma. Se trata de una variación normal en el tipo de pie, y las personas que no tienen arco pueden tener problemas o no'', explican en Mayo Clinic.

El pie plano es la ausencia o disminución del arco presente en la planta del pie cuando este se encuentra apoyado en el suelo

La exploración y la historia clínica suelen ser suficientes para diagnosticar el pie plano. En cuanto al tratamiento, no será necesario si no se siente dolor; en caso de que sí lo haya, el médico puede recomendar: fisioterapia, un calzado con buen soporte, ejercicios de estiramiento y soportes para el arco.

''La cirugía correctora del pie plano puede ser necesaria si la deformidad progresa de manera clara cuando debería ir desapareciendo (es decir tras alcanzar los 6 años de edad) y en los pocos casos de pie plano flexible doloroso en los que el tratamiento con plantillas no ha sido suficiente para aliviar los síntomas. Existen diferentes técnicas, alguna con recuperación sin escayola y que admite la carga precoz'', añade la Asociación Española de Pediatría.

Después de la cirugía, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos detalla que pueden surgir algunas complicaciones: imposibilidad de los huesos fusionados para consolidarse, deformidad del pie que no desaparece, pérdida de movimiento del tobillo, dolor que no desaparece y problemas para utilizar zapatos.

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