Vértigo: ¿qué es y por qué se produce?

El vértigo se produce como consecuencia de un fallo o enfermedad en el sistema vestibular del oído interno

Los vértigos constituyen el tercer motivo de consulta en Atención Primaria (Foto. ConSalud)
Los vértigos constituyen el tercer motivo de consulta en Atención Primaria (Foto. ConSalud)
CS
8 junio 2022 | 16:00 h

El vértigo y los trastornos del equilibrio son consultas frecuentes para los otorrinolaringólogos. Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología, el 80% de la población ha sufrido algún episodio de vértigo en su vida. Afecta a hombres y mujeres por igual, puede darse a cualquier edad aunque la incidencia es más significativa en las personas mayores.

El vértigo es la percepción de movimiento del entorno que nos rodea o de uno mismo. Hay que diferenciarlo de la acrofobia o vértigo de altura, del mareo (sensación de vacío en la cabeza y malestar), del desequilibrio (dificultad en el mantenimiento de la posición o durante la marcha) o de la cinetosis (trastorno producido por aceleraciones y desaceleraciones continuadas).

El vértigo se produce como consecuencia de un fallo o enfermedad en el sistema vestibular del oído interno. La alteración del reflejo vestíbulo-ocular genera una alteración en el movimiento de los ojos que se llama nistagmo y evita la correcta fijación de la mirada en el entorno. Es el nistagmo el responsable que el paciente con vértigo perciba que él o su entorno se mueve. La alteración del reflejo vestíbulo-espinal facilitará la caída.

El mantenimiento del equilibrio es un sistema complejo de actos reflejos que tienen la finalidad de permitir mantener la posición erecta y evitar la caída. Está formado por tres sistemas: el sistema vestibular del oído interno, el sistema visual y el sistema propioceptivo (sensibilidad de tendones y ligamentos de distintos grupos musculares).

El vértigo se produce como consecuencia de un fallo o enfermedad en el sistema vestibular del oído interno

Los tres sistemas establecen conexiones con el sistema nervioso central y con el cerebelo que integran y procesan toda la información recibida por los tres sistemas. Ello conlleva que nuestro sistema nervioso conozca, en todo momento, nuestra posición en el entorno y con ello se mantenga el equilibrio y se evite la caída durante las actividades de la vida diaria.

El sistema vestibular, situado en el oído interno está formado, por 3 canales semicirculares, el utrículo y el sáculo. Los canales semicirculares detectan las aceleraciones y desaceleraciones angulares (giros sobre si mismo y rotaciones de la cabeza). El utrículo y el sáculo, en los cuales existen unas membranas especializadas que se conocen como máculas, detectan las aceleraciones y desaceleraciones lineales (por ejemplo, la aceleración y el frenado viajando en un vehículo o en un ascensor). En las máculas hay unos micro cristales cálcicos llamados otolitos u otoconias.

El sistema vestibular genera, tras detectar los distintos movimientos cefálicos y corporales, la activación de distintos grupos musculares que nos permiten mantener la mirada fija en el entorno (reflejo vestíbulo ocular) y mantener la posición erecta, evitando la caída (reflejo vestíbulo espinal).

El vértigo no es por sí mismo ninguna enfermedad; se trata de un síntoma que puede tener distintas causas. Puede ser periférico, cuando la lesión está localizada en el oído interno; o central, por lesión en el cerebelo o en el sistema nervioso.

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