Del déficit al superávit de egresados: así contrastan los grados de Enfermería y Medicina

Los representantes de la profesión enfermera demandan aumento de la oferta de plazas de grado de Enfermería para cubrir las necesidades del SNS. En paralelo, los profesionales de la Medicina piden no abrir más facultades e incrementar las plazas MIR.

Estudiantes (Foto: Freepik)

El Sindicato de Enfermería (Satse) ha reclamado recientemente a los titulares de las consejerías de Sanidad y Educación-Universidad que propicien el aumento progresivo de la oferta de plazas de grado de Enfermería en los centros universitarios de la comunidad autónoma, "una vez que la crisis del Covid-19 ha evidenciado con tremenda contundencia la necesidad de contar con más enfermeras y enfermeros en todos los servicios de salud españoles".

Satse ya se dirigió el pasado año a estos responsables autonómicos, al igual que al Gobierno y a los rectores de Universidad y decanos de facultades de Enfermería del conjunto del Estado, para pedirles que se incremente la oferta de plazas de grado de Enfermería y, con ello el número de enfermeras y enfermeros que salen cada año de las universidades españolas en base a un estudio que concluía que es necesario aumentar la oferta actual para poder dar respuesta a las necesidades asistenciales y de cuidados de la población en los próximos años.

La nueva planificación de las plazas del grado de Enfermería planteada por Satse conlleva que se oferten cerca de 5.000 plazas más cada nuevo curso en el conjunto de España, una cifra que debe mantenerse anualmente en cada curso de primero de grado, al menos, durante cinco años

En concreto, la nueva planificación de las plazas del grado de Enfermería planteada por Satse conlleva que se oferten cerca de 5.000 plazas más cada nuevo curso en el conjunto de España, una cifra que debe mantenerse anualmente en cada curso de primero de grado, al menos, durante cinco años. Al respecto, recuerda que los estudiantes que inician ahora sus estudios no saldrán de la universidad hasta dentro de cuatro años y, en el caso de los especialistas, se elevará a seis años de formación universitaria.

JUBILACIÓN DE 56.000 ENFERMERAS EN LOS PRÓXIMOS AÑOS

Este incremento de plazas es una de las principales demandas de Satse para garantizar el número suficiente y adecuado de enfermeras y enfermeros en los servicios de salud, también de cara a las jubilaciones de profesionales que se producirán en los próximos años. Satse subraya, al respecto, que en los próximos diez años se jubilarán en torno a 56.000 de enfermeras en el conjunto del Estado.

"En la actualidad, se gradúan al año en los centros universitarios del país en torno a 11.000 jóvenes enfermeras y enfermeros, una cifra que no permite garantizar ni de lejos una respuesta satisfactoria a las necesidades de atención y cuidados actualmente existentes y que son cada vez mayores por el progresivo envejecimiento de la población española y el aumento de la cronicidad y dependencia, entre otros factores", lamentan desde Satse. "Hay que tener en cuenta, además, la necesidad existente en ámbitos no sanitarios, como son los centros educativos y sociosanitarios de toda España", concluyen.

MEDICINA PRECISA UNA VÍA ALTERNATIVA

La apertura de nuevas facultades de Medicina y, por ende, aumentar su número de plazas, podría resultar a primera vista algo positivo para fomentar el estudio de esta carrera y acercar el grado a más jóvenes para que puedan formarse como futuros facultativos sin tener que abandonar sus casas, con el consiguiente gasto que supone. En cambio, la realidad es bien distinta: la implantación del grado en las universidades genera nuevos egresados que ven interrumpida su formación cuando tienen que enfrentarse al examen MIR, una prueba cada vez más competitiva.

España ocupa el segundo lugar del mundo en número de facultades de Medicina, con 0,95 por millón de habitantes, tan sólo superado por Corea del Sur

Y bajo esta premisa desde el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) llevan años luchando contra las nuevas facultades y reivindicando el aumento de las plazas MIR que, cada año, deja fuera a cientos de opositores. "Nosotros nos oponemos a la apertura de nuevas facultades y apostamos por la convergencia de egresados con el número de plazas MIR para garantizar que todos ellos puedan ejercer, dado que nuestra formación no se puede interrumpir a la mitad", explican a este medio desde la entidad.

Otro ejemplo de la oposición de los estudiantes es uno de los múltiples comunicados emitidos por el Consejo de Estudiantes de Medicina de la Universidad del País Vasco para mostrar su rechazo a estas aperturas. El documento apunta que "son innumerables las asociaciones médicas, científicas, estudiantiles que reclaman la regulación y la no apertura de nuevas facultades de Medicina, sobre todo privadas".  Al respecto, el CEEM considera que "la implantación del grado en más universidades vascas es insostenible dado los hospitales existentes donde los alumnos necesitan llevar a cabo sus prácticas".

España ocupa el segundo lugar del mundo en número de facultades de Medicina, con 0,95 por millón de habitantes, tan sólo superado por Corea del Sur, tal y como indican desde la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas (CNDFME). La tasa idónea de número de facultades de Medicina por millón de habitantes es de 0,5 a juicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), toda vez que el cupo de alumnos debería rondar el 1 por cada 10.000 habitantes.

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