Medicina Nuclear, especialidad desconocida, pero "de las que más proyección tiene en próximos años"

El Dr. Rafa Valverde, adjunto de primer año de Medicina Nuclear y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (Semnim) cuenta en ConSalud.es todos los detalles de esta especialidad olvidada

PET TC. (Foto. Freepik)
PET TC. (Foto. Freepik)
Agustina Uhrig
15 diciembre 2022 | 00:00 h

El año pasado, la última de las 54 plazas de Medicina Nuclear se agotó en el número 8.332, mientras que el primer médico en elegir esta especialidad tenía un número de orden 4.244. Así, la media de números de orden que tenían los opositores que escogieron Medicina Nuclear fue de 6.331.

En general, no es una especialidad muy demandada. Así lo defiende en ConSalud.es el Dr. Rafa Valverde, adjunto de primer año de Medicina Nuclear y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (Semnim), que apunta que “con pasar el corte de nota y aprobar el examen MIR, es fácilmente elegible y, en general, no es considerada como primera opción”.

Una de las razones que podría explicar la falta de popularidad de la especialidad es que no se estudia en exceso durante la carrera de Medicina, sino que se ve por encima en alguna asignatura diagnóstica y en algunas universidades ni eso. “Creo que es considerada como la hermana pequeña de Radiodiagnóstico y, aunque tiene una parte que es complementaria, hay una gran parte que no depende de ella y es menos conocida”, explica el Dr. Valverde. Este desconocimiento no se queda solo en la sociedad general y los opositores MIR, sino que también se extiende al ámbito médico, asegura el experto.

Medicina Nuclear no tiene guardias, salvo en los servicios en los que el médico nuclear queda como responsable de los pacientes ingresados por cáncer en tratamiento con radioyodo

Medicina Nuclear se dedica principalmente al diagnóstico por imagen, ocupando esta área alrededor de un 80% del trabajo de los profesionales. Mientras, el 20% restante consiste en la terapia metabólica de distintas neoplasias, principalmente cáncer de tiroides, de próstata y tumores neuroendocrinos.

Así, a diferencia de Radiodiagnóstico, Medicina Nuclear no es “tan amplia”. La imagen funcional es a lo que dedican la mayor parte del tiempo los médicos nucleares. En este escenario, el PET-TC se distingue de los TAC o las resonancias magnéticas en que el primero precisa de la ingesta de un radiofármaco, mientras que los segundos son pruebas principalmente morfológicas.

Sobre el día a día de los profesionales, en la mayoría de Servicios el médico nuclear dedica la mayor parte de su jornada a las pruebas de imagen y en menor medida a las exploraciones adquiridas, realizando consultas de terapia metabólica, tramitando ingresos oncológicos o en quirófano para la detección del ganglio centinela en diferentes cánceres, principalmente el de mama, pero también en melanoma, tumores de cabeza y cuello, vulva, pene y cérvix.

Asimismo, la especialidad de Medicina Nuclear no tiene guardias, salvo en los servicios en los que el médico nuclear queda como responsable de los pacientes ingresados por cáncer en tratamiento con radioyodo. La ausencia de guardias de 24h se traduce en una elevada calidad de vida, si bien es a costa de percibir un sueldo menor (solo el sueldo base).

Medicina Nuclear es una de las especialidades “con más proyección en los próximos años, debido a la implantación de nuevos tratamientos oncológicos y radiofármacos diagnósticos”

Con todo, actualmente las salidas profesionales “son buenas”, pues están instalándose equipos PET-TC en muchos hospitales, a la vez que se están produciendo “adelantos técnicos en el área de terapia, principalmente en el ámbito de la urología (cáncer de próstata) y oncología médica (tumores neuroendocrinos) que harán que la necesidad de especialistas aumente”.

No solo eso, sino que a juicio del Dr. Valverde, Medicina Nuclear es una de las especialidades “con más proyección en los próximos años, debido a la implantación de nuevos tratamientos oncológicos y radiofármacos diagnósticos”. Y es que el ritmo al que avanza la especialidad en cuanto a tecnología, ha llevado a que en los últimos 10-15 años, la formación de los médicos residentes haya cambiado lo suficiente como para que la Medicina Nuclear de ayer y la de hoy, puedan ser consideradas dos especialidades distintas. En este sentido, los avances en el ámbito del PET-TC han sido una verdadera revolución en lo que a la Medicina Nuclear respecta.

Preguntado por los futuros residentes, el Dr. Valverde insiste en que Medicina Nuclear se alza como una “especialidad multidisciplinar que abarca una gran variedad no solo de patología oncológica, sino también de infecciosa, respiratoria, reumatológica y con amplio campo de aplicación en cirugía”. Además, la especialidad goza de calidad de vida, “pero implica estudio continuo y estar actualizado conforme a la evolución técnica”, concluye el Dr. Valverde.

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