Repetir el MIR, una “decisión de valientes”: "Fracaso es quedarte con algo que no te gusta"

Tres jóvenes sanitarios que tuvieron que repetir su examen de acceso a la Formación Sanitaria Especializada para obtener plaza en la especialidad que deseaban nos comentan lo mucho que les mereció la pena tomar esta decisión

Ana, Iván y Eva, tres jóvenes que tuvieron que repetir el examen MIR y PIR (FOTOS: Cedidas a ConSalud.es)
Ana, Iván y Eva, tres jóvenes que tuvieron que repetir el examen MIR y PIR (FOTOS: Cedidas a ConSalud.es)
Manuel Gamarra
29 marzo 2024 | 00:00 h

Nervios, muchos nervios. Eso es lo que recuerdan de los días previos al proceso de elección de plaza la inmensa mayoría de los residentes que se presentaron a la convocatoria de Formación Sanitaria Especializada en años anteriores, algo por lo que tendrán que pasar, a partir del próximo 1 de abril, los más de 23.400 aspirantes que superaron la nota de corte del examen celebrado el pasado 20 de enero. Algunos recuerdan haber estado incluso más tensos que antes del propio examen, como fue el caso de Alejandra García López, vicepresidenta de Asociación MIR, quien, como otras tantas miles y miles de personas, se tuvo que presentar por segunda vez a la convocatoria.

De hecho, se calcula que casi un tercio de los que se presentaron este año al examen de Médico Interno Residente(MIR) ya lo habían hecho en alguna otra ocasión previa. Esto puede parecer un problema muy gordo, porque, asegura Alejandra a ConSalud.es, tanto los médicos como el resto de aspirantes a especialistas sanitarios son muy autoexigentes, “y sentimos que se acaba el mundo y que vamos a perder un año cuando no sacamos plaza a la primera”. Sin embargo, no es así. “Hay que pensar que este examen no te hace ni peor ni mejor, y que el número 7.000 no va a ser peor que el 4. Todos son buenísimos, se han sacado la carrera de Medicina, y no pasa nada si tienen que esperar un poco”, alienta.

Alejandra, como casi todos los que se vuelven a presentar, sintió cómo la presión de aquella primera vez había disminuido casi por completo. Lo mismo le sucedió a Iván, quien, en su caso, repitió el MIR después incluso de haber iniciado otra especialidad. Así, tras nueve meses en Radiodiagnóstico, se volvió a presentar para conseguir acceder a una de las cotizadas plazas de Dermatología, la especialidad que, cada año, agota antes sus plazas. “Noté muchísima menos presión. En el MIR previo sentía que tenía que demostrarle algo a mi entorno, y en este iba más relajado e incluso disfrutando más del proceso. También se me hizo más corto en todo momento”, comenta a este medio.

“El problema que tenemos los médicos y estudiantes de Medicina es que parece que no podemos equivocarnos, meter la pata, retroceder..., pero somos personas, y a veces la liamos"

Para él, una de las claves fue su cambio de mentalidad en cuanto al tiempo libre. En la anterior convocatoria, recuerda, apostó por descansos “estrictos o estáticos”: “quedarme en casa viendo series, dormir más…”. En el segundo, en cambio, apostó por un descanso activo: “deporte, ver más a mi entorno social, dedicarle más tiempo a otras actividades…”. Eso, asegura, le dejó más “sensación de naturalidad”. “Animo a todo el mundo a hacer ejercicio durante la preparación, incluso ejercicio intenso”, recomienda Iván, a quien esta decisión, sin dudarlo, le mereció la pena: “Desde el primer minuto, sabía que no me había equivocado”.

“El problema que tenemos los médicos y estudiantes de Medicina es que parece que no podemos equivocarnos, meter la pata, retroceder… es un poco cansino, la verdad. Pero somos personas, y a veces la liamos. Y la seguiremos liando”, indica en la misma línea de lo que comentaba Alejandra. “Hasta hoy, que estoy feliz con mi especialidad y mi día a día, me doy el beneficio de la duda de no estar recorriendo el camino ‘bueno’”, añade. Así, insiste en que es muy importante no ver este proceso de “retroceder para avanzar” como una pérdida de tiempo: “Yo aprendí mucho a título académico en mi corta primera residencia, y a nivel personal ni te cuento”.

"Repetir el MIR no es un fracaso, es una decisión de valientes. Fracaso es conformarse con algo que no te gusta solo por miedo”

Iván está a punto de terminar su primer año de residencia de Dermatología, mientras que Alejandra ya va por el tercero de Medicina Preventiva y Salud Pública. Ana, en cambio, todavía no ha iniciado su formación, algo que hará por fin a partir del próximo 7 de mayo -día estipulado por Sanidad- después de haberse quedado a las puertas en 2023: “Siempre he querido hacer una especialidad quirúrgica, y el año pasado saqué un 5.225, por lo que no podía optar prácticamente a ninguna. Volví a ponerme a estudiar en abril, y, aunque el día del examen no me fue como esperaba y no me va a dar para Traumatología, sí que me da para otras especialidades de quirófano: Cirugía General, Vascular, Ginecología…”.

Al igual que Iván y Alejandra, Ana también notó una diferencia muy grande “a nivel de conocimientos”: “Entendía mucho mejor las cosas, correlacionaba más los conceptos, lo simulacros de la academia también me iban muchísimo mejor…”. Y, aunque al conocer los resultados se sintió decepcionada consigo misma, “luego, relativizando las cosas, me di cuenta de que este año se me habían abierto un montón de puertas que en 2023 no tenía, así que para nada siento que todo esto haya sido en balde”. Ana, como el resto de sus compañeros médicos, recuerda a todos los que se vean obligados a pasar por ello otro año que no se tienen que “avergonzar" de su decisión.

“En Medicina, y muchas veces en la vida, nos venden que todo tiene que ser a la primera, y que si no lo consigues eres un fracasado. Repetir el MIR no es un fracaso, es una decisión de valientes. Fracaso es conformarse con algo que no te gusta solo por miedo”, destaca la joven médica. “Lo que tienen que hacer es estar orgullosos de sí mismos, por haber sido valientes, porque para volver a pasar por esto, con todo lo que supone, hay que tener un par”, añade. “Hay que evaluar siempre bien si merece la pena repetirlo, ya sea porque nos hemos equivocado de especialidad como si no alcanzó el número. Pero lo que está claro es que una vez tomada la decisión, cada uno con sus razones, está haciendo lo correcto… que es darse la oportunidad de estar en un futuro mejor”, sentencia Iván.

UN TRÁMITE POR EL QUE NO SOLO PASAN LOS MÉDICOS

No solo los médicos, claro está, se ven obligados muchas veces a repetir convocatoria. En el resto de especialidades, y especialmente en Biología y Psicología, que son las que ofrecen un menor porcentaje de posibilidades de entrar en sus plazas en base a las personas solicitantes, también se da esta circunstancia. Tanto, que algunos aspirantes, como Eva, tuvieron que repetir el examen hasta en cuatro ocasiones. “Hay que tener mucha paciencia. No es como en la carrera, que podías sacar el aprobado sin demasiadas complicaciones. Esto requiere de mucha preparación”, indica a ConSalud.es.

“Lo bueno que tiene haberlo hecho antes es que entras en contacto con los nervios reales del día del examen, y estás más preparado para manejarlos la siguiente vez”

Y es que este año han sido solo 247 las plazas PIR ofertadas para los cerca de 2.850 psicólogos admitidos. Es decir, que apenas un 6% podrán optar a una de ellas. Algo que ha sufrido en sus propias carnes Eva, quien finalmente, tras mucho esfuerzo, obtuvo el año pasado plaza como psicóloga clínica en Sevilla: “Lo bueno que tiene haberlo hecho antes es que entras en contacto con los nervios reales del día del examen, y estás más preparado para manejarlos la siguiente vez”. “Lo que yo recomiendo después de tomar la decisión es descansar. Si te hacen falta uno o dos meses hasta que estés preparado para volver a ponerte con ello, no pasa nada. Es necesario desconectar para coger fuerzas”, concluye.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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