Iago Facal, nº1 del RFIR: “Nunca pensé en dedicarme a esto hasta que un familiar enfermó de cáncer”

Entrevistamos a Iago Facal, nº1 del RFIR 2024, cuya idea inicial era convertirse en físico doctorando hasta que un familiar enfermó de cancer y decidió "dar un giro de 180 grados" a su carrera profesional

Iago Facal, número 1 del RFIR. (Foto cedida)
Iago Facal, número 1 del RFIR. (Foto cedida)
Manuel Gamarra
9 febrero 2024 | 14:45 h
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De entre todos los números uno de las distintas especialidades de Formación Sanitaria Especializada (FSE) de 2024, el de Radiofísica Hospitalaria (RFIR) ha sido, con diferencia, el más difícil de localizar. La razón, asegura a ConSalud.es el susodicho, no es otra que su poca predisposición a las redes sociales. De hecho, añade, para encontrar la foto que ilustra el artículo, ha tenido que retroceder meses atrás en su galería del móvil. “Soy casi un fantasma”, bromea el joven.

Sin embargo, esto no quiere decir que Iago Facal, graduado en Física por la Universidad de Santiago de Compostela, se haya pasado los días enteros encerrado estudiando en su habitación. Es más, se podría decir que se lo ha tomado con bastante más calma que la mayoría de los aspirantes que se presentan cada año a las oposiciones de FSE: “Lo tenía todo muy organizado. Estudiaba, contando los simulacros de los sábados, entre ocho y diez horas al día, dependiendo un poco de la cantidad de material que tuviese durante la semana. Y, sobre todo, marcaba mucho los descansos”, señala el físico.

“Los descansos forman parte de la rutina, y son tan importantes como el estudio en sí"

“Los descansos forman parte de la rutina, y son tan importantes como el estudio en sí. Igual estudiaba hasta la una y me iba a hacer deporte, a comer o a jugar. Después, a las cuatro me volvía a poner y seguía hasta las ocho, nueve o diez. Además, un día a la semana tenía prohibido tocar nada. Al final, eran jornadas como las que puedes tener en el colegio”, explica Iago, a quien la noticia de ser el número 1 de su especialidad, afirma, le llegó completamente de sopetón.

“No, no me lo esperaba. Ni de broma. Cuando tuve el examen corregido sí que confiaba en sacar plaza, pero nada más. Y tampoco puedes saber cómo le ha ido al resto…”. El futuro residente falló solo trece preguntas de la prueba, pero dejó veinticinco en blanco. “No me puedo quejar del resultado, pero yo recomendaría arriesgarse más”, comenta entre risas.

"Cuando tuve el examen corregido sí que confiaba en sacar plaza, pero nada más"

A nivel general, Física es una de las seis especialidades que ha aumentado su nota de corte con respecto al año pasado -Enfermería es la única que no lo ha hecho-, pasando de 89 a 97. No obstante, se mantiene como la segunda especialidad con la nota de corte más baja, solo por delante de la mencionada Enfermería (EIR), aunque es también la segunda en la que ha aprobado un menor porcentaje de aspirantes: 223 de los 305 admitidos, el 88%.

Así, el duro trabajo de Iago desde que comenzó a preparar el examen, a mediados del mes de agosto y con la ayuda de la Academia Omega Radiofísica, ha dado finalmente sus frutos, y ahora tiene el privilegio de participar en el proceso de adjudicación sin la incertidumbre de si va a conseguir o no plaza. También, sin tener que elegir la especialidad, ya que los físicos que se presentan a la Formación Sanitaria Especializada solo pueden hacer su residencia en Radiofísica Hospitalaria. Lo que sí tiene claro, no obstante, es que quiere quedarse cerca de casa, en Santiago: “Pero no lo he decidido al 100%, preguntaré antes a los residentes”.

UN GIRO RADICAL A SU VIDA

Iago Facal no tenía en mente, al comenzar la carrera de Física, acabar convirtiéndose en profesional sanitario. Es más, solo sabía “muy por encima” que existía esta posibilidad, ya que procede de una familia de médicos, “pero no tenía ni idea de lo que hacían” sus especialistas, cuyo número de presentados, eso sí, ha crecido ligeramente con respecto al 2023. Por eso, su primera opción era doctorarse.

"La asignatura de Física Médica es una optativa en Santiago, así que muchos compañeros no ven la posibilidad de dedicarse después a esto”

“El curso pasado hice un máster para empezar el doctorado precisamente en 2024, pero un familiar mío enfermó de cáncer y me hizo replanteármelo todo. Quería ayudar, pero no podía, así que di un giro de 180 grados a mi vida para intentar poner mi granito de arena y ayudar a otras personas”, explica el gallego, que va a ejercer una de las especialidades más desconocidas de toda la FSE. Es, de hecho, la única que requiere el uso de calculadora en el examen.

Nuestro examen es de física general, física médica realmente hay muy pocas preguntas cada año. Te encuentras tanto un plano inclinado como los que hacíamos en bachillerato como una pregunta de físicas de partículas, en la que te piden calcular un neutrino. Además, al menos en Santiago, la asignatura de Física Médica es una optativa, así que muchos compañeros no ven la posibilidad de dedicarse después a ello”, concluye.

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