Asegurando la salud de los pacientes: Recomendaciones para el uso de medicamentos de alto riesgo

Frente a los numeros medicamentos que tienen un riesgo elevado de causar daños, se recomienda que cada hospital realice su propia lista de medicamentos de alto riesgo para disminuir la posibilidad de complicaciones

Doctora dando píldoras al paciente (Foto. Freepik)
Doctora dando píldoras al paciente (Foto. Freepik)
José Iborra
28 junio 2023 | 00:00 h
Archivado en:

Los errores en los tratamientos farmacológicos, denominados genéricamente 'errores de medicación', pueden ser debidos a los diferentes fallos en los procesos de prescripción, dispensación o incluso en la administración de los fármacos. Cualquier error en el proceso puede ser fatal, pero si nos centramos en el mal uso de los medicamentos de alto riesgo, se produce un incremento en la probabilidad de causar daños gravese incluso, en el peor de los casos, mortales.

Ante esta situación cuando se produce un error en el curso de su utilización se vuelve prioritario establecer estrategias, recomendaciones o campañas con el objetivo de una mejora en la seguridad en el proceso de vida de los medicamentos, y reducir los eventos adversos que se pueden prevenir y que son causados por estos.

Diversas instituciones a nivel nacional como el Ministerio de Sanidad y las diferentes Comunidades Autónomas han promovido movimientos para intentar conseguir una mejor prevención. Para hacer frente a esta coyuntura, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece el reto ‘Medicación sin daño’, a través de la cual recomienda que cada país disponga de una lista de medicamentos de alto riesgo, para que se utilice como referencia por los centros sanitarios.

Durante la última campaña de prevención de errores, el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus defendió que “los medicamentos son herramientas eficaces para proteger la salud. Sin embargo, los fármacos que se prescriben erróneamente, se toman de forma incorrecta o son de mala calidad pueden causar graves daños”, continua afirmando, “nadie debería sufrir daños derivados de la atención médica”.

"Los medicamentos que se prescriben erróneamente, se toman de forma incorrecta o son de mala calidad pueden causar graves daños"

Para lograr una mejora se debe incluir la implantación de prácticas seguras de eficacia probada en todas las etapas del proceso referido a la utilización de fármacos, la formación de los profesionales sobre prácticas seguras, y por supuesto la educación y participación activa de los pacientes y personas cuidadoras.

Los medicamentos que tienen un riesgo elevado de causar daños son numerosos cuando se usan de forma errónea, pero no todos se consideran medicamentos de alto riesgo. Para que un medicamento se incorpore a la lista, se realiza un análisis minucioso en multitud de pacientes y  en diferentes ámbitos, identificando aquellos que hayan estado implicados con más frecuencia en los eventos más graves.

Dependiendo de la región se utilizan una lista de referencia de medicamentos de alto riesgo u otra. Cabe destacar que en nuestro país, para los hospitales la más utilizada es la lista establecida por el ISMP, que se recogió en el documento básico sobre ‘Prácticas para mejorar la seguridad de los fármacos de alto riesgo’, publicado en 2007 por el Ministerio de Sanidad y que se va actualizando. Se vuelve necesario mencionar que estas listas deben ser consideradas de referencia por los centros sanitarios para elaborar su propio listado de medicamentos en los que priorizar sus actividades y establecer prácticas segura.

Para hacer frente a esta situación se han establecido estrategias para mejorar la seguridad de los medicamentos de alto riesgo, cuyos principios se basan en una reducción en la posibilidad de que se produzcan errores, visibilizarlos cuando estos ocurren evitando de esta manera que lleguen al paciente y minimizar el daño cuando hayan fallado las estrategias anteriores y los errores hayan llegado al paciente.

Consisten fundamentalmente en incorporar varias limitaciones como las ‘funciones forzadas’ las cuales se basan en la obligación de hacer las cosas de una determinada forma impidiendo que se produzca un error. Esta recomendación se encuentra relacionada con la simplificación, ya que cuanto mayor sea el número de opciones disponibles de un medicamento o de técnicas para administrarlo, mayor se vuelve la posibilidad de complicaciones.

Incorporar limitaciones varias como las ‘funciones forzadas’ las cuales se basan en la obligación de hacer las cosas de una determinada forma impidiendo que se produzca un error

La limitación de las opciones se soluciona con una estandarización tratando de reducir la complejidad de los procesos referidos a las concentraciones de las soluciones para infusión intravenosa de los medicamentos de alto riesgo, tanto para adultos como para pacientes pediátricos,reduciendo así los errores en la prescripción y en la preparación.

Al hablar de limitaciones destaca la restricción en el acceso o uso de determinados medicamentos dificultando que se puedan producir errores. Para ello proporcionar información necesaria sobre los fármacos en etapas críticas en que los profesionales la necesitan, reduce el riesgo de errores. Para ello, la formación de los profesionales se vuelve prioritaria para su conocimiento sobre los medicamentos de alto riesgo disponibles en su respectivo centro y las prácticas que se han establecido para evitar los errores.

Las normas, directrices y protocolos guían a los profesionales hacia una mejora en el uso de protocolos logra disminuir la dependencia de la memoria y permite que el personal recién incorporado a la plantilla pueda realizar, de manera segura, un proceso que no le resulte familiar.

Otra de las estrategias para la seguridad de los medicamentos de alto riesgo consiste en centralizar los procesos proclives a errores. De esta manera cuando ocurra un suceso de este calibre, se transferirá a un lugar centralizado desde se atenderán a los pacientes por profesionales con experiencia permitiendo minimizar los errores.

Las organizaciones expertas en seguridad y autoridades sanitarias recomiendan a los centro sanitarios y sociosanitarios el desarrollo, implementación y actualización de un programa de reducción para la gestión de los medicamentos de alto riesgo. Este debe estar basado en una lista propia del centro sobre estos medicamentos en los que priorizar las intervenciones. Se recomienda que, como mínimo, esta lista incluya fármacos anticoagulantes, insulinas, opioides, bloqueantes, neuromusculares, potasio IV, metotrexato oral para su uso no oncológico y citostáticos.

Las organizaciones expertas en seguridad y autoridades sanitarias recomiendan a los centros  sanitarios y sociosanitarios el desarrollo, implementación y actualización de un programa de reducción para la gestión de los medicamentos de alto riesgo

Una sola práctica de reducción de riesgos para cada medicamento de alto riesgo rara vez es suficiente para evitar todos los posibles incidentes. Por ello, se vuelve preciso considerar que cada centro sanitario realice una revisión de las prácticas seguras basadas en la evidencia recomendadas para todos los medicamentos de alto riesgo y para cada uno de los grupos terapéuticos o medicamentos específicos incluidos en su lista realizando un análisis sobre cómo se están utilizando en el centro para identificar sus puntos proclives a error. Posteriormente hay que realizar un seguimiento en la implantación de las prácticas y una evaluación en su efectividad.

Sin embargo nada de esto sería de utilidad sin una campaña de comunicación y concienciación para que tanto los pacientes, como las personas encargadas de su cuidado tengan una formación al respecto, desde sobre los posibles errores y efectos adversos que pueden ocurrir hasta asegurarse de que han comprendido la información.

 

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído