Biobancos, una herramienta eficaz en la investigación: “Es un gran descubrimiento poco visible”

Los biobancos cuentan con una gran cantidad de tejidos y muestras esenciales para la investigación. Sin embargo, pese a más de un década de recorrido, los investigadores siguen sin conocer esta herramienta

Una investigadora en las instalaciones del Biobanco (Foto. Junta de Andalucía)
22 noviembre 2022 | 13:00 h

En marzo de 2009, ‘Time’ identificó a los biobancos como una de las 10 ideas que estaban cambiando el mundo entonces. Ese mismo año el Instituto Nacional del Cáncer (NCI por sus siglas en ingles) había puesto en marcha el primer biobanco estadounidense para guardar, de forma segura, tejidos, tumores, ADN o sangre. Una colección de muestras y datos para la investigación que darían una amplia información sobre el cáncer en Estados Unidos. “Una herramienta que transformará la manera en la que vemos la evolución de las enfermedades”, señalaba entonces la Dra. Carolyn Compton, directora del la Oficina de Investigación de Biorepositorios y Bioespecímenes del NCI (OBBR en sus siglas en inglés).

Cuatro años después, en 2013, se formaba la Red de Biobancos Europeos (Biopool), desarrollada por instituciones provenientes de España, Reino Unido, Holanda y Francia. Un evento especialmente relevante para la atención clínica y la investigación ya que permite a los médicos comparar la imagen de una biopsia de un paciente con imágenes de biopsia de un gran número de pacientes de toda Europa, explicaba por entonces Francesco Moscone, profesor de Economía de la Empresa en la Universidad de Brunel, al oeste de Londres, en una noticia recogida por ‘Innovaticias’.

Sin embargo, pese a que ha pasado casi una década desde que los biobancos europeos se unieran en una red y se potenciara su actividad, sigue existiendo un problema que todavía no han conseguido solucionar: la visibilidad. Y es que actualmente existe un importante desconocimiento sobre qué es un biobanco, para qué sirven y como acceder al material.

“Incluso en los centros de investigación, la actividad vinculada con los bancos medida en forma de publicaciones o patentes no es muy alta", en palabras de la Aemps

Existen 57 biobancos en España. Según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios(Aemps), publicados en la ‘Guía práctica para la utilización de muestras biológicas en Investigación Biomédica’, más del 80% de los biobancos de muestras humanas existentes se ubican en hospitales y, dentro de ellos, un 40% aproximadamente corresponden a colecciones de Anatomía Patológica, otro 40% al almacenaje de muestras para estudios genéticos y el 20% restante son colecciones vinculadas a departamentos de investigación.

“Incluso en los centros de investigación, la actividad vinculada con los bancos medida en forma de publicaciones o patentes no es muy alta. Tampoco parecen estar muchos bancos particularmente interesados en fomentar la donación de muestras o en la obtención de otras nuevas, aspecto clave para el buen funcionamiento del banco”, recoge el documento, que recalca que es “evidente que, aunque los biobancos son elementos cuya importancia para la investigación biomédica se reconoce cada día más, necesitan todavía un impulso aún mayor”. “Es esencial que estas instituciones sean conocidas para que los investigadores guarden las muestras en un marco accesible para toda la comunidad científica”, explica a Consalud.es Eva Ortega, directora científica del Biobanco del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y coordinadora del área del biobancos dentro de la plataforma nacional de Biobancos y Biomodelos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

LA MUESTRAS DE BIOBANCOS, CADA VEZ MÁS SOLICITADAS

Las muestras para investigación se pueden conseguir de tres formas: a través de un proyecto de investigación en el que el profesional toma muestras de los pacientes tras la firma de un consentimiento informado; a través de una colección privada, o de un biobanco. Estos últimos tienen que estar notificados en el Registro Nacional de Biobancos, como ocurre con las colecciones. La recopilación de muestras en los biobancos parte muchas veces de las muestras de ensayos clínicos que ya han finalizado. Estos tejidos pueden ser luego cedidos a otros proyectos de investigación autorizados por un comité de ética de investigación y un comité científico. Pero este acceso no siempre es conocido entre los investigadores.

 “Es una herramienta clave, el régimen más ético para que cualquier investigador pueda acceder a muestras", indica Eva Ortega

Los biobancos cuentan con distintas colecciones de muestras que han conseguido a través de donaciones con consentimiento informado. Se cuentan con tejidos de poblaciones con más riesgo de desarrollar alguna patología, muestras de metástasis cerebral… La recopilación no siempre tienen que tener un objetivo específico para tomar las muestras, simplemente contar con el consentimiento del paciente. Una vez almacenadas, “pueden acceder a ellas los investigadores para proyectos que versen sobre distintas cuestiones como cardiovasculares, endrocrinas, metabólicas o en referencia al cáncer”, señala la directora científica del biobanco del CNIO.

Aunque todavía falta visibilización, como reconocen los expertos, “existe una tendencia clara, ya no dentro solo de la investigación, sino también de las entidades financieras y de otros agentes, en que los proyectos se alimenten de muestras de biobancos por la marca de garantía tanto en la muestra como el dato almacenado”, indica Ortega. Todo ello poco a poco espera que permita ampliar colecciones y actividad, y, principalmente, que salgan más muestras de las que entran. Una realidad, como se señaló en 2009, que cambia la visión de la evolución de las enfermedades y amplía el campo de la investigación, facilitando el acceso a las muestras para ensayos clínicos. “Es una herramienta clave, el régimen más ético para que cualquier investigador pueda acceder a muestras con las que dar respuestas a todos aquellos donantes y pacientes que pusieron su fe y su esperanza en la investigación biomédica”.

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