Agua potable en España y la UE: estándares de calidad y la realidad de su consumo

Tras el paso dado por Estados Unidos para mejorar los estándares de calidad del agua potable frente a los químicos persistentes evaluamos la normativa vigente en la UE y la calidad del agua potable que consumimos en España.

Agua del grifo (Foto. Freepik)
Agua del grifo (Foto. Freepik)

A nivel mundial más de 2.000 millones de personas carecen de acceso a agua potable segura y alrededor de 3.600 millones de personas (casi un tercio de la población del planeta) utilizan servicios de saneamiento que no tratan de forma adecuada los desechos humanos. Una preocupante realidad ya que cada año 1,4 millones de personas, muchas de ellas niños, fallecen debido a causas evitables relacionadas con el agua insalubre y sistemas de saneamiento deficientes.

El agua salubre y fácilmente accesible es fundamental para garantizar la salud pública, independientemente de si esta se utiliza para beber, uso doméstico, producción de alimentos o para fines recreativos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza en el hecho de que la mejora del abastecimiento de agua, del saneamiento y de la gestión de los recursos hídricos puede impulsar tanto el crecimiento económico de los países como ser un motor impulsor para reducir la pobreza. Una tarea que no es exclusiva de los países con menos recursos ya que el cumplimiento de los estándares de calidad del agua potable es una ardua tarea que se extiende a todas las naciones.

En este contexto la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) proponía recientemente el primer estándar nacional de agua potable para el control de las denominadas como “sustancias químicas permanentes” en el agua potable y que son peligrosas para la salud humana. El objetivo que persigue la nueva medida es fijar unos baremos para seis sustancias de perfluoroalquilo y polifluoalquilo. Se trata de una familia de sustancias químicas sintéticas omnipresentes que se encuentran en el medio ambiente y en nuestro organismo y que pueden llegar a causar importantes problemas de salud. A pesar de que existen miles de productos químicos de este estilo la legislación concerniente a los sistemas de agua deberán ahora monitorizar estos productos químicos específicos, hacer públicos sus niveles y trabajar en caso de que sus niveles superen los estándares permitidos.

“Las comunidades de todo este país han sufrido durante demasiado tiempo la amenaza siempre presente de la contaminación por sustancias químicas permanentes (…) La propuesta de la EPA de establecer un estándar nacional en el agua potable se basa en la mejor evidencia disponible y ayudará a proporcionar a los Estados la orientación que necesitan para tomar decisiones que protejan mejor sus comunidades. Esta acción tiene el potencial de prevenir decenas de miles de enfermedades y marca un importante paso para protegernos de estos peligrosos contaminantes”, declaraba a través de un comunicado Michael S. Regan, director de la EPA.

RECIENTES ACTUALIZACIONES DE LAS LEYES EN LA UNIÓN EUROPEA

El paso dado en Estados Unidos nos ha llevado a analizar cuál es la situación en términos de estándares de calidad y normativa del agua potable que se consume en la Unión Europea, de acuerdo con las vigentes legislaciones comunitarias. La Comisión Europea informa de que la mayoría de los ciudadanos europeos disfrutan de un “muy buen acceso a agua potable de alta calidad, gracias en parte a los más de 30 años de las políticas de la Unión Europea sobre la calidad del agua potable”.

En la actualidad la Directiva de Agua Potable refundida es la principal ley sobre agua potable en la Unión Europea. Esta se refiere al acceso y a la calidad del agua destinada al consumo humano con el fin de proteger la salud de todos los ciudadanos. La Unión Europea adoptó la Directiva en diciembre de 2020 y entró en vigor en enero de 2021. Los Estados miembros deben transponer la Directiva a las distintas legislaciones nacionales y haber cumplido con lo dispuesto antes del pasado 12 de enero de 2023.

El 19 de enero de 2022 se adoptó la primera lista de observación. Gracias a esta todo el agua potable que se consume en la Unión Europea debe ser monitorizada de forma minuciosa por la posible presencia de dos compuestos disruptores endocrinos

Precisamente uno de los puntos más importantes de la actualización es que se ha buscado proteger aún más la salud mediante la actualización de los estándares actualizados de la calidad del agua abordando los contaminantes preocupantes, como los disruptores endocrinos (químicos capaces de mimetizar nuestras hormonas y, por tanto, alterar el correcto funcionamiento del organismo interfiriendo con los procesos fisiológicos y bioquímicos) y los microplásticos.

El 19 de enero de 2022 también fue una fecha clave ya que se adoptó la primera lista de observación. Gracias a esta todo el agua potable que se consume en la Unión Europea debe ser monitorizada de forma minuciosa por la posible presencia de dos compuestos disruptores endocrinos: beta-estradiol y nonilfenol, a lo largo de toda la cadena de suministro del agua.

LOS NIVELES DE CONTAMINACIÓN, PREOCUPANTES EN MUCHAS REGIONES

La teoría está clara, pero lo cierto es que la realidad es otra. A principios de marzo de 2023 una investigación conjunta desarrollada por 18 redacciones europeas (encabezada por el francés Le Monde y el británico The Guardian) denunciaba la existencia de 17.000 zonas europeas contaminadas por los denominados como “químicos persistentes”.

La investigación detectó altas concentraciones de más de 1.000 nanogramos por litro de agua en 640 zonas. En 300 lugares los niveles de estas sustancias artificiales (alquilperfluoradas y polifluoradas) superaban los 10.000 nanogramos por litro. La investigación ha utilizado como referente el estándar de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Dinamarca que estipula que el agua potable no puede contener más de dos nanogramos por litro de este tipo de sustancias.

El 10 de enero el Consejo de Ministros aprobaba el RD por el que se actualizaban los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro, en línea con la actual normativa europea y los ODS

Bélgica es sin duda el país más afectado. Tras hacerse públicos los resultados de la investigación Alemania, Países Bajos, Noruega, Suecia y Dinamarca, países todos no estrictas legislaciones sobre este tipo de sustancias, presentaron una queja conjunta a la Unión Europea para restringir su presencia en el continente.

LA SITUACIÓN DEL AGUA POTABLE EN ESPAÑA

El 10 de enero del presente año el Consejo de Ministros aprobaba el Real Decreto por el que se actualizaban los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro, en línea con la actual normativa europea y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Entre sus principales novedades destaca la “Lista de Observación” a través de la que se recogen los contaminantes de preocupación emergentes como sustancias, compuestos o microorganismos de preocupación para la salud humana, a medida que aparezcan nuevos conocimientos científicos y técnicos.

De acuerdo con los datos recogidos en el informe sobre la "Calidad del Agua de Consumo en España en el año 2021" elaborado por el Ministerio de Sanidad, se notificaron 74.793 determinaciones que dieron lugar a agua no considerada como apta para el consumo. De los 49 parámetros microbiológicos, químicos e indicadores recogidos en la normativa vigente, 45 fueron los que provocaron que esta agua no fuese apta.

Este grupo de 45 incluye 27 parámetros que sobrepasaron en 10 veces o más su valor paramétrico en algún momento del año (pueden consultarse en la página 219 del informe). En el año 2021 presentaron agua no apta 2.294 zonas de abastecimiento de agua en algún momento del año.

Este informe ha sido el quinto que incluye el control del agua bruta o en proceso de potabilización. La comunidad autónoma que más boletines de este tipo ha notificado ha sido Cataluña con el 53,1% seguida de la Comunidad Valenciana con un 10,0%. En términos de parámetros microbiológicos se han analizado 11 distintos. El 53,4% de las determinaciones de parámetros microbiológicos realizadas han sido de E. coli, con un valor cuantitativo medio de 103,1 UFC/100 ml. si hablamos de parámetros químicos se han analizado 89. El 18,4% de las determinaciones realizadas han sido de Mercurio, con un valor cuantificado medio de 0,05 µg/L.

Se han analizado 527 plaguicidas distintos en agua bruta. El 2,3% de las determinaciones han sido realizadas para Terbutilazina con un valor cuantificado medio de 0,02 µg/L. en relación a los contaminantes emergentes se han notificado 19.939 determinaciones realizadas para Uranio con un valor cuantificado medio de 4,1 µg/L.

En el año 2021 se han notificado 14.986 inspecciones sanitarias, Castilla y León ha notificado el 71,1% de ellas, seguida de Canarias con el 21,8%. En las inspecciones notificadas se han detectado 2.193 deficiencias, correspondiendo a zonas de abastecimiento el 66,2%, a depósito el 23,7% a captación el 3,9% y a red de distribución el 3,3%.

El 94,4% de las inspecciones dieron un resultado favorable; y el 5,6% desfavorable. En el 82,2% de las inspecciones no fue necesaria ninguna medida de seguimiento. Las medidas de seguimiento más frecuentes adoptadas en las inspecciones fueron medidas correctoras en acta de inspección sanitaria en el 4,8%; advertencia por escrito en el 3,2% y Advertencia verbal en el tres por ciento. 

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